Como un rayo de sol
surgiendo tras la tormenta,
como un amanecer
tras pasar la noche en vela.
En ti confluyen las cosas
que hacen de valor la espera,
de tus benditas pestañas
nace una sola certeza,
antes morir que perder
tu abrasadora belleza.
Yo no sé porque te quiero,
yo no sé adonde me llevas,
pero prefiero la duda
al castigo de tu ausencia.
Con tu sonrisa de niña,
con tus gestos de princesa,
me conduces en volandas
a las más remotas tierras.
He viajado con tus gestos
a mil lugares sin fecha,
al tiempo de tu niñez,
a tu inocencia primera,
he besado sin tocarte
tus labios color de fresa,
tú me mirabas despacio
beber de ellos agua fresca.

ESTÁS LEYENDO
Versos de otros tiempos
PoezjaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.