Una taza de café,
fuerte, como a ti te gusta,
sorbo de leche templada
y dos terrones de azúcar.
Todavía lo recuerdo,
perdona que no lo asuma,
debiera haberte olvidado,
pero el pensamiento azuza,
y ya ves que tonto soy
que mi cabeza lo duda,
espero verte surgir
en medio de mi locura,
sueño con comerte a besos
y sujetar tu cintura.
Ya sé que no debería
echar flores a la luna,
pero sueño con volver
a ver tu espalda desnuda,
a perseguir la mañana
entre tus muslos de espuma,
a perderme sin reparo
en la más profunda bruma,
la que me lleva a tu cuerpo,
la que la razón me oculta.
Ya sé que no debería
pero la vida es tan cruda.
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Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.