XCI

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Ayer volví por la senda

de mis andanzas primeras,

por ese barrio lejano

de las dulces primaveras.

Está todo tan cambiado,

nuevas casas, nuevas tiendas,

y de la gente de ayer

parece que nada queda.

Y pensar que no hace tanto

jugaba en esa calleja,

con los amigos de entonces,

mis compañeros de escuela.

Unas calles más allá

habitaba una princesa,

una niña que admiraba

en mi bendita inocencia.

No queda nada de aquello,

es la vida que nos lleva

hacia nuevos derroteros,

sólo en el recuerdo quedan

los tiempos que se marcharon,

los ecos de una frontera

que una vez hemos cruzado

el retorno no nos deja,

adiós dulce edad de niño,

pájaros en la cabeza.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora