Mis manos necias

¿Qué está pasando?

*Mientras tanto*

-Martina, me puedes explicar ¿qué demonios hacemos aquí? -Gianluca preguntó.
-Te lo dije desde un principio pero ¿ves cómo nunca me haces caso?

Martina se bajó del auto, se asomó por la ventanilla de la puerta y mirando una hoja de papel que tenía en las manos dijo:
-Vengo a ver qué pasa con Amanda.

Gianluca hizo un gesto de desaprobación, giró la cabeza hacia el lado contrario y miró por la ventana hacia la fuente que estaba frente al hotel. Martina hizo un chasquido con la boca y se dirigió rumbo a la entrada. Gianluca observaba a la Venus de la fuente, observaba el tono de "su piel", el agua que resbalaba por sus caderas, que se perdía en sus pies, la imagen de Amanda al salir de la alberca le vino a la mente, tras ella una sonrisa.

-Amanda. -Suspiró- Sí tan sólo hubieras llegado antes a mi vida. ¿Qué me está pasando?, anoche soñé contigo.

Gianluca cerró los ojos, y con el ruido del agua al caer trató de despejar su mente, de respirar profundo y de dejar de pensar en ella. De pronto comenzó a llover. Martina regresó corriendo, cerró la puerta de golpe y se colocó el cinturón de seguridad.

-Amanda no estaba. -Subió al auto secándose la frente.

-Ah. -Sólo dijo Gianluca aun pensando en ella.

-¿Gianluca qué te pasa?, ¿por qué le tienes tan mala fe?
-Porque es una pedante, es tan extraña. Se contradice sola. Siempre está con caras y lo peor... ¡cualquier comentario la ofende!

-Amor, para ella nosotros somos unos extraños. Está sola. Además sabes que los latinos son así, tan sentimentales, a ti y a mí nos vale, pero a ella no. Gian, Amanda nos necesita y me apoyes o no, yo voy a estar con ella. -Dijo en un susurro.- La pobre ha sufrido tanto.