Algún día regresará

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            -Te lo dije Francesco, Amanda se fue. Se fue y no pude detenerla.

Francis golpeó con su puño la pared de la habitación, ésta estaba vacía. Martina sentada al borde de la cama no paraba de llorar, Ignazio cabizbajo caminaba en círculos por la habitación, Piero llamaba por teléfono a la recepción para ver cuales habían sido los últimos movimientos de Amanda. Todos estaban en tensión preocupados su paradero, preguntándose el porqué de su decisión tan impulsiva. Gianluca miraba por la ventana, su vista fija en la Venus que tanto le recordaba a Amanda. Sintió un vació extraño, como si de pronto le faltara, como sí hubiera estado acostumbrado a ella.

-¿Saben qué? ¡Yo me voy!, no tengo porque estar mortificado por alguien que en realidad ni me importa. ¿Nos vamos Martina? -dijo Gianluca rompiendo el silencio.
-¡Vete tú si quieres! -Martina se secó las lágrimas.- ¡No quiero verte por aquí!
-¡Haz lo que quieras! -Él ya estaba molesto.- Te preocupas tanto por tu mexicana, ¡como si en verdad a ella le hubieras interesado!

Martina le arrojó a Gianluca una almohada, Gian brincando pudo esquivarla saliendo de la habitación, el hueco en su pecho seguía latente, sentía aquella ausencia, le dolía la ausencia. Cerró la puerta después de haber salido y con la mano en la cerradura recordó el brillo de su piel con el sol, las formas de su cuerpo, su cabello mojado.
-Si tan sólo hubieras llegado antes a mi vida... -Pensó una vez más.

Cuando Martina le arrojó la almohada a Gianluca una nota voló e Ignazio pudo verla, la sostuvo con su mano izquierda y comenzó a leer:
-¡Miren, es de Amanda!

Gianluca aún con la mano en la cerradura se acercó a la puerta para escuchar lo que decía la nota, el saber de ella le daba cierto calor. Sus manos comenzaron a transpirar y él a sentirse abochornado, más no se movió, se quedó ahí quieto, quería saber que había sido de Amanda. Francis suspiró aliviado, la extrañaba como un loco, en cuestión de días había cambiado su vida dándole un nuevo color y olor. Se puso al lado de Ignazio para no perder detalle de lo que decía la nota.

-¿Qué pasa Igna? ¿Qué dice la nota?

Nacho: Es momento de enfrentar mi realidad, te agradezco el que hayas sido para mí un ángel guardián, el que hayas estado apoyándome incondicionalmente, me regreso a mi México, a mi hogar.... no sé si algún día vaya a regresar. Gracias por haber entrado a mi vida. No solamente eres mi ídolo, sino que ahora eres mi héroe. Te extrañaré. XOXO Amanda.
PD. Dile a Fran que lo que pasó entre nosotros va a ser algo que me deje marcada el resto de mis días, de no haber sido por mi pasado yo en este instante estaría locamente enamorada de él...
Saludos a Piero a Martina y... a Gian.

Piero en ese instante comenzó a sospechar, el temblor en las manos de Ignazio, la mirada perdida de Francesco y el hecho de que Gianluca aún estaba en la puerta.

¿Algún día regresará?


Mis manos neciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora