Loca extraña

150 13 2
                                    

-Ven 'María', hay algo que quiero mostrarte
-¿A mí?
-Si, si, si, si. Ven.
Amanda subió las escaleras de espaldas, Gianluca la dirigía. La condujo a su habitación. Entraron.
-Siéntate.
Él se agachó. Debajo de su cama había una gran caja. La colocó sobre la cama, al lado de Amanda. Dentro de ella había cientos de cartas de distintos tamaños, colores, texturas y formas. Gianluca tomó una y se la mostró.

-¿La reconoces? –le preguntó mirándola.
Amanda abrió los ojos de par en par. Claro que las reconocía, todas eran suyas. Absolutamente todas.
-Son tuyas. Dijo sonriendo Gianluca. –Llegaban a la farmacia todos los días a las 4:00pm en punto. Era mi actividad favorita, ir por ellas y leerlas sentado en la banqueta.
-¿Cómo sabes que son mías? Siempre firmé como anónimo.
-Mentira. Firmabas como 'María'.
-¡Ah! Cierto. Bueno, hay muchas 'Marías'.

-Si pero de verde en el Auditorio Nacional y con tus raras historias diarias, sólo tú.
-Pensé que jamás te llegarían, jamás recibí respuesta alguna. –Los ojos de Amanda se cristalizaron en segundos.
-¿Qué te iba a poner? "Hola ¡María' recibí otra carta tuya" –bromeó. –Además de la noche a la mañana dejé de recibirlas. Nunca me dijiste el por qué y yo diario pasaba preguntando por ellas.
-Lo siento. Comencé a salir con alguien.
-Me lo imaginé y me dolió bastante.
-Perdona.
-Te perdono si me das un beso. –Él le sonrió con ternura.
-Los que quieras. Te regalo mi vida. Mis besos. Mis caricias, mi amor es tuyo Ginoble. Por siempre.
Gianluca se hincó ante Amanda sosteniéndose con sus rodillas, ella se agachó y lo besó agarrando con ambas manos su cara, con la izquierda jugaba con los rizos de su frente, con la derecha acariciaba su barba. Con cautela Amanda colocó sus labios con los suyos y tronó un dulce beso. Siguió así recorriendo su mentón, su comisura, su mejilla, su naríz y sus ojos con besos. Besó por último su frente.
-Podría hacer esto todos los días. Sería mi rutina favorita.
-Amaría que lo hicieras. –Le contestó Gianluca. –Me encanta.
-Quiero dormir abrazada a ti.
Gianluca se levantó y bajó la caja a su lugar, se metió a la cama y con un control puso música a toda la habitación.
-Métete a la cama. Dime, ¿qué quieres oír?
-Hay un grupo muy bueno, se llaman IL VOLO. Es ópera-pop ¿los conoces?

-¡Ah sí! A mi mamma le gustan mucho. Son buenos. ¿Son guapos?
-Si, mucho. De hecho uno de ellos me vuelve loca. Es el guapito del grupo, es muy lindo.
-¿Y te gusta por guapo o por lindo?
-Lo amo. Lo amo por quien es y por lo que piensa. Por sus acciones, por su persona y por su hermoso corazón. Yo lo amo. Te amo. –Desde el fondo del corazón de Amanda surgieron éstas palabras.
-Yo te amo por tus locuras. Por tus cartas que me aferraron a ti. Por tus palabras que me acostumbraron a pensarte. Por tu sonrisa, por tu espera, te amo por tu amor incondicional. Te amo porque me haces sentir en casa. Te amo por tu ser, te amo por tus besos, por tus abrazos. Te amo porque ya no quiero separarme de ti.


Mis manos neciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora