Amanda seguía balanceándose en la cama al ritmo de una tonada que su madre le cantaba al acunarse. Ignazio se sentó poco a poco, seguía impactado, tanto dolor, tanto sufrimiento no podía caber en una persona y lo más sorprendente es que aún ella seguía en pie. Ignazio abrió las piernas y se sentó detrás, con sus brazos la rodeó, ella al sentirlo en su espalda recargó su cabeza en los grandes hombros de él, Ignazio le besó la mejilla, le besó el cuello. Amanda cerró los ojos y se perdió en un mundo de paz. El dolor, el rencor, todo ese cruel sufrimiento se iba perdiendo en el espacio.
-Ha llegado el momento de regresar. -Le susurraste.- Tengo que enfrentar mi pasado.
-¿Vas a regresar ya?
-No lo sé, no lo he pensado aún.
-Está bien que quieras enfrentar tu pasado, continuar con tu vida, ¿pero estás segura de que ya es momento de hacerlo?-No puedo ni quiero esconderme para siempre.
-¿Y Francesco?
-Sé que Francis me olvidará.
-¿Piensas decirle que te vas?
-No. Él lo sabe, pero si le digo no me va a dejar ir.
-Amanda yo creo que debe. Espera, me llaman. -La soltó, se levantó de la cama para sacar el celular y contestar.
-¿Sí diga? Ah Gian, ¿qué pasa?, no acabo de llegar. ¿Qué Antonella qué? No puede ser, voy para allá.Ignazio se puso pálido de un momento a otro, lo carcomía la angustia, algo había pasado y él se sentía culpable, se agachó a darle un beso en la frente y salió corriendo de la habitación. Amanda volteó a ver el reloj, marcaba las 1:38 AM "Es ahora o nunca". Sacó un papel y empezó a escribir, descolgó el teléfono, marcó... "No sé lo que me pase, pero sé que mi futuro no es aquí.... no es aquí".
Descolgaron el teléfono en la otra línea.
-Aerolínea Alitalia, ¿en qué puedo ayudarle?.
-Señorita necesito un vuelo lo más pronto posible.
-¿Cuál es su destino?
-La Ciudad de México.
-Déjeme checar. -Se oyó el teclear de unos dedos veloces.- Sí, sale un vuelo en un par de horas ¿Desea tomarlo?
-Sí por favor, cárguelo a mi tarjeta X, voy para allá.Amanda colgó el teléfono.
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Mis manos necias
RomanceA golpes la vida siempre te pone en su lugar. Sin importar el sentimiento la naturaleza siempre proclama justicia, y poco a poco se cobra todas y cada una de las acciones que hayas realizado. Karma. Cuando la vida da, la vida quita. Es irónica. Prob...