Mis manos necias

¿Y eso tú lo permites?

-¿Me puedes comunicar con Piero?

-Lo siento Gian, pero no está...

-¿Y Francesco? –Gianluca la interrumpió.
-Que yo sepa están juntos, creo que en casa de Igna, fueron a recogerlos al aeropuerto y están en su casa Piero, Francis y su novia.
-¿Su novia? –Preguntó Gianluca. -¿De quién de Francesco o de Ignazio? Bueno no importa. Le marco más tarde, ciao, suena mi celular.

Gianluca corrió a atender el celular, era un mensaje de texto:
"From: Martina
Abre, estoy a fuera."

Gianluca abrió la puerta, Martina estaba muy feliz, se veía tranquila. Traía la cena y en ella venía una botella de vino.

-Hola amor. -Lo besó en los labios.
-Pasa, -la invitó Gianluca –escuchaba música.
-Traje la cena.

Mientras Martina en la cocina puso la mesa para poder cenar, Gianluca se recostó en el sofá apagando el iPod y encendiendo el televisor. Se oía aquel va y viene de Martina acomodando las cosas, platicándole a Gian su día. Gianluca la oía sin prestarle atención, sumergido en su mundo, en sus pensamientos.
-Gian, te estoy hablando. –Martina se interpuso entre el televisor.
-Lo siento, ¿decías?
-Sabes, estoy cansada de todo esto, mejor hablamos mañana.

Martina salió del departamento de Gianluca azotando la puerta. Recordó aquel comentario efímero de Amanda. "¿Y eso tú lo permites?"
-Así lo quiero. –Fueron sus últimas palabras.