Su fan número 1

328 21 0
                                    

            Amanda corrió tras de Martina agachando la cabeza, escondiéndose por vergüenza. Martina la abrazó rodeando sus hombros con su brazo, estaba consciente de lo que estaba pasando, era un perfecto plan que sin la intención de dañar, había calculado para sorprender a su amiga.
-Pieru, Nazio... ¡Vengan, vengan! -Martina los llamó con la mano.
Piero e Ignazio se acercaron sonriendo deteniéndose justo frente a ambas. Un temblor extraño en las piernas se extendió por todo el cuerpo de Amanda, unas nauseas injustificables seguramente causadas por las emociones mareaban su cabeza.
-Mis niños, les presento a su fan número uno –Martina la señaló con la mano –Amanda.
-¡Piero, mucho gusto! -Se presentó Piero acomodando sus gafas rojas.
-Hola ¿Amanda verdad?, que nombre tan curioso, no eres de aquí ¿o sí? -le preguntó Ignazio estrechando su mano.
-¡No que va! Se nota que es latina de aquí al otro lado del mundo. -Anunció una voz cálida que lentamente se acercaba a ustedes, Gianluca.
-¡Ay! Gian, tú siempre con tus comentarios -Martina le acarició la barbilla.
-Martina, ¡mi amor! ¿Por qué nos tenías tan abandonados? ¿Ya no me quieres? -Gianluca la miró a los ojos, mostrando un cariño inusual y sincero.
-Gian deja de coquetearme o no respondo. -Le contestó a su vez Martina con una sonrisa en los labios.
-¿De dónde eres Amanda?- preguntó Piero iniciando una conversación e ignorando por completo los comentarios previos.
-Sí, bueno, -comenzaste hablándole a Piero - no soy de aquí, soy mexicana.
-¿Mexicana? ¡Wow! nos gusta México ¿verdad? -Ignazio codeó a Piero en señal de complicidad.
-Me gusta México, es bello, sus fans son las más calurosas... ¡Todas ellas bellas! -Piero extendió sus manos de par en par y sin querer golpeó a Ignazio, lo que provocó un estallido de risas entre todos.
-Sí, nos gusta... como los demás países.... Somos italianos, y para nosotros Italia es la mejor, en todo -Gianluca no podía quedarse callado, magnificando a Italia en toda su esplendor, haciendo de ella lo mejor del mundo, tal como todo lo que él poseía.
Amanda no podía dejar de verlo, ver su bello rostro en contra luz del sol, empezar a amarlo y a odiarlo, querer estar con él y alejarlo.
-Bueno yo lo entiendo, es como por ejemplo yo, para mí la mejor comida es la mexicana, la italiana casi no me gusta. -Amanda trató de disculparte ante todos.
-¡No digas esas cosas! ¡Gian te va a terminar odiando! -Martina bromeó cubriendo su boca.
- No, déjala -Gianluca en mal modo comenzó a hablar. Tomó su barbilla y guiñando un ojo le dijo: -Cree que porque tiene la sonrisa más hermosa va a ser que todos caigamos a sus pies.
Todos guardaron silencio ante el comentario incómodo de Gianluca. Sin lugar a dudas intentaba intimidarte, cuál era su costumbre, lucirse ante todos y demostrar que era el patán que nadie quería ver.
-¡Ay! por Dios ya dejen de coquetearse -Martina rompió el incómodo silencio. -Ya habrá tiempo.
Martina tomó la mano de Amanda y caminando la llevó a dentro de la casa. Era un lugar amplio, de luminosos ventanales y donde el color blanco predominaba. Mientras tanto, la pobre no dejaba de ver a Gianluca y sentir esa mezcla extraña de insatisfacción y resentimiento ante sus palabras.




Mis manos neciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora