¿En verdad creíste que te amaba?

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            Era un dolor espantoso, su cabeza dolía y zumbaba al mismo tiempo. Catastrófico. Abrió los ojos deseando despertar de aquella pesadilla. El sol entraba de lleno a la habitación, al parecer era la suya, al parecer era su cama y al parecer al caer se golpeó y alguien la llevó a la misma.
-¿Ignazio? -Su voz era apenas perceptible.
Ignazio estaba al pie de la cama, sentado dándole la espalda. Sostenía su cabeza con ambas manos mientras sollozaba.
-¿Y...?
-¿Gianluca? –Ignazio levantó la cabeza.
-¿Qué pasó?
-Se largó. No le importaste en lo más mínimo. –Ignazio tenía la voz cortada. Producto de haber llorado durante horas.
-¿Entonces no fue un sueño?
-Yo no sé con quién estés acostumbrada a tratar... Lo intenté todo Amanda. -Ignazio comenzó a llorar desconsolado, lo notó Amanda en su voz. Aquella voz que tanto amaba, aquella voz que le hacía temblar, su favorita, su consentida. La voz de su vida. –Te lo juro que lo intenté, darte más, pedirte poco. Fui tu guarida, fui tu apoyo, fui todo lo que me pedías. Te di mi tiempo, mi espacio, mis ganas. Y no fui suficiente.
Amanda sintió cómo el cuerpo le comenzaba a temblar, tenía miedo, tenía tristeza. Un dolor extraño en su pecho le invadió de pronto dejándola sin aliento. Sólo escuchaba el palpitar casi nulo de su corazón. Era la peor persona, la culpable, una basura. Realmente no sabía qué hacer, seguía recostada en la cama cubierta por una cobija, quería moverse y abrazarlo pero su culpabilidad no la dejó pensar.

-Al menos dime si pensabas decírmelo, ¿o también me lo ibas a ocultar como a tu "amiga" Martina? Porque no te importó ¿verdad? ¡Víbora traicionera! –Sus palabras eran llagas que se abrían con cada silbido.
-Yo no pensé en enamorarme, jamás creí que nos llegaríamos a amar de esta manera. ¡Perdóname! Yo te quiero pero en el corazón no se manda –ella también lloraba.
-Yo sólo quise cuidarte, quise adorarte, quise mimarte. Todo lo tiraste a la basura.
-Sabes que lo que siento por ti es indescriptible, y estoy estúpidamente confundida. No quiero perderte Nacho, fue un error. Compréndeme a mí yo...
-No me vuelvas a decir Nacho. –Ignazio la interrumpió a gritos, se giró y un golpe en seco le partió a Amanda en pedacitos el corazón. Aquel no era Ignazio, era sólo la sombra de lo que algún día fue.- Sólo dime una cosa, ¿hasta dónde pensabas llegar con esta mentira?
-Gianluca ya le iba a decir a Martina...
-¡Ay por el amor de Dios! ¡¿Y le creíste?!, ¿En verdad creíste que te amaba?
-Él me dijo....
-¿Él te dijo que se van a casar? ¿Acaso te dijo que le propuso matrimonio hace un par de meses y que se piensan casar en Marzo?
Eso era todo. Era el fin. Amanda sólo fue el capricho de aquel niño, fue la muñeca que se desvestía al tronar de sus dedos. Aquellos mensajes eran una farsa, un amor inventado. Sus besos nunca fueron suyos, eran mentiras. Gianluca todo este tiempo fingió amarla cuando en realidad todo era un juego.
-No, no.... ¡Tú me estás mintiendo por lastimarte. Me estás mintiendo porque te hice daño! –le gritó desesperada a Ignazio.
-¿Mentirte es esto? –Ignazio le arrojó una invitación de boda. Aquellas iniciales desplomaron su alma en millones de trozos.

"Gianluca & Martina. Marzo 2016."

-Tienes tres días para salirte de esta casa y sacar tus cosas porcompleto. No quiero ni un recuerdo tuyo. Voy a hacer como si no te hubieraconocido, como si nunca hubieras existido.
Ignazio salió de su habitación azotando la puerta. Todo estaba perdido.    


Mis manos neciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora