Mis manos necias

Llamada inesperada

            Los minutos pasaban y Amanda sólo veía a Gianluca comer, el viento entraba por la ventana creando una corriente fresca que aunque su mameluco rosado cubría, su poca costumbre a bajas temperaturas le helaba la piel. Seguía viendo a Gianluca, éste jugaba con su comida, intentando no mirarla, fingiendo estar acostumbrado a Amanda.
-¿Te vas a quedar para siempre? –Gianluca miraba su plato de comida.
-Para siempre es demasiado.
-Ok, lo entiendo, pero ¿está en tus planes hacer una vida aquí?
-¿Por qué la pregunta?
-Curiosidad... supongo.
Amanda se levantó de la mesa caminando en dirección de la ventana, la cerró y cruzando los brazos volteó a ver a Gianluca.
-Estaré aquí los próximos dos años, después no sé, no hay nada que me ate aquí.
El celular de Amanda comenzó a vibrar, ambos se quedaron callados. Gianluca tenía su celular en frente y alcanzó a leer en la pantalla "Fran", el celular seguía vibrando.
-Creo que si lo tienes. –Le dijo Gianluca. –Te hablan.
Ella corrió a responder la llamada, con el celular vibrando en su mano miró a Gianluca a los ojos. Por supuesto Gianluca estaba molesto.
-Fran, hola.
-Me tienes muy preocupado princesa, me quedé esperando tu llamada.
Amanda caminó hacia la ventana.
-Perdona cielo, pero se me fue el tiempo.
-Sí, supongo que sí, ¿regresas el domingo no es cierto?
-Lo estaba pensando, pero va a ser muy pesado regresar el lunes y directo a clases.
-¿Quieres que pase por ti? Sé que estás en casa de los Ginoble.
-No, no te preocupes. Te hablo mañana ¿Ok? es que estoy algo cansada.
-Descansa princesa, espero tu llamada.
-Gracias Fran, un beso...
-Oye, oye, oye, oye.... te quiero.
Amanda sintió en su interior un cosquilleo.
-Yo también te quiero Fran.