La decisión de quedarme no había sido fácil, pero ahora que caminaba de la mano de Ivar hacia Kattegat no tenía ninguna duda de que había elegido bien. Estaba entusiasmada por el futuro que nos deparaba juntos, porque esta vez ambos sabíamos lo que era vivir sin el otro y estábamos dispuestos a hacer cuanto fuera necesario para que eso no ocurriera. Sin embargo, estaba devastada por la partida de Ubbe y por la última conversación que tuvimos. Me habían quedado tantas cosas por decirle que me hundían el pecho y cuando pensaba que esa pudo haber sido nuestra última conversación, me mareaba por la culpabilidad y la pérdida. Desde entonces, desearía cada día volver a verle, aunque nunca lo llegara a decir en alto.
De vuelta en el Gran Salón me encontré con Margreth y la di un abrazo fuerte, de esos que te dejan adoloridos los huesos. Ella había sido mi apoyo durante todo este tiempo y sin su ayuda todo se me habría hecho mucho más complicado de lo que ya era. Después, me encontré con Hvitserk y él me abrazó fugazmente, sorprendiéndome.
—¡Vaya, esto sí que no me lo esperaba!— Reí entusiasmada.
—No te acostumbres.— Hizo una mueca divertida y me dio un apretón en los brazos.— Estaba casi seguro de que te ibas a ir con Ubbe. ¿Por qué te has quedado? ¿Acaso estás enamorada de mí en secreto y no podías soportar alejarte?
—Ya quisieras.— Solté una carcajada limpia y divertida.— La realidad es que no podía dejar a Ivar. Le quiero.
—Una decisión terrible, pero bueno.— Respondió con sorna y yo rodé los ojos con diversión.— Tengo que contarte algo. Es sobre Margreth.
—Soy toda oídos. ¿Qué pasa con ella?
—Quiero pedirla matrimonio.
—¡Hvitserk! ¡Eso es genial!— Grité emocionada antes de que él me tapara la boca con su mano.
—¡Como te escuche te mato!— Dijo amenazante, mirando en derredor para comprobar que nadie nos estaba prestando atención. Cuando se quedó más tranquilo, retiró su mano de mi boca.
—Perdón...— Me excusé sin poder evitar sonreír.— Me alegro de que por fin hayas decidido liberarla de la esclavitud. Has tardado, eh.
—Ya, bueno...— Chasqueó la lengua y sacudió la cabeza.— Entonces, ¿crees que dirá que sí? Espero que acepte porque ya he encargado el traje de novia a su medida.
—¡Hvitserk!— Reí.— Eso no se hace hasta que ella acepta. Aunque no tengo ninguna duda de que dirá que sí, ¿acaso no has visto los ojos que te pone cada vez que hablas o comes o simplemente respiras? ¡Qué ganas tengo de la boda! ¿Cuándo se lo dirás?
—Hoy mismo. Ahora mismo. En cuanto la vea se lo digo.
—Algunas cosas te las preparas muchísimo y otras nada, ¿no?— Entrecerré los ojos con incredulidad y diversión a la vez.
—Hay que ser impulsivo en esta vida. Bueno, voy ya. ¿Estoy guapo?— Dijo mientras se retocaba el pelo, el cual llevaba impecablemente trenzado.
—¿A dónde vas tan ilusionado? ¿Qué pasa?— Habló Ivar uniéndose a la conversación.
—¡Le va a pedir matrimonio a Margreth!— Respondí entusiasmada dando un pequeño salto y agarrándome al brazo de Ivar. Hvitserk me mandó callar por segunda vez y Ivar frunció el ceño sorprendido.
—Vaya, quién lo diría. Hvitserk siendo el primero en sentar cabeza.— Bromeó y yo le di un codazo para reprimir sus impulsos sarcásticos e hirientes.— Me alegro por ti, hermano. Por favor, pídela matrimonio frente a todos para que podamos pasar un buen rato si te rechaza.

ESTÁS LEYENDO
El palacio del sufrimiento // Ivar The Boneless
FanfictionY te quiero a rabiar Pero sabes que hay un infierno dentro de mi cabeza No te dejes llevar Lucharé contra las fieras No te dejes llevar Tengo el corazón a medias ¿No te dije que me llenas? [Créditos: Hoy es el día - Lionware] Finalista Premios Watty...