[Narrador Externo]
El mundo quedó reducido al silencio, al tacto y a los desbocados latidos de dos corazones por fin reencontrados. Mientras se abrazaban, Astryr tuvo la sensación de que todo lo sufrido había merecido la pena y que, sin importar lo que pasara, habían ganando esta batalla. No solo la batalla, sino la vida entera. Había conseguido salvarla mucho después de que ella se diera por vencida y por eso le estaría eternamente agradecida.
—Mi amor...—Susurró él en un quejido mientras la sujetaba contra su pecho. Tenía las manos cubiertas de sangre y llenas de muerte, pero cuando la tocaba se despojaba de todo el pecado y lo reducía a tinta roja. Cuando la tenía enfrente, las afiladas amenazas que salían de sus labios se convertían en tiernos susurros de amor.
Astryr se separó lo suficiente para mirarle a los ojos, para perderse en ellos, y después besarle como si se quedara sin aire y él fuera la última fuente de oxígeno. Hacía mucho tiempo que había perdido la fe en volver a hacerlo, así que ahora no solo se sentía dichosa sino sorprendida por esta oportunidad. Era como estar sujetando algo tremendamente valioso y frágil, algo que podría desvanecerse en cualquier momento.
—Me has salvado.—Dijo con voz trémula sobre sus labios.
—No estoy muy seguro de eso, ¿por qué no estabas en la torre?— Inquirió sin apartar las manos de sus caderas. Al aumentar la distancia entre los dos, Astryr pudo observar la capa de sangre que cubría el cuerpo de su marido. Podía entender por qué algunas personas le llamaban monstruo, en su camino hasta ese pasillo había visto pruebas de reprobable crueldad, pero para ella era solo un hombre que amaba con todo su corazón y que tenía la valentía suficiente para proteger lo que era suyo a toda costa.
—Es una larga historia. Pero créeme, me has salvado. Llevaba muerta mucho tiempo hasta que te he encontrado. — Esbozó una sonrisa afligida y volvió a besarle. Ivar intentó ignorar lo que le había dicho el príncipe porque quería centrarse solo en ella y en sacarla de allí, de lo contrario, su rabia volvería a dominarle y podría llegar a hacer cosas estúpidamente arriesgadas.
—Cuéntame todo cuando salgamos de aquí. Debemos irnos ya. —Cogió su mano y la invitó a caminar, pero ella fijó la vista en el cuerpo maltrecho del infante Harry. Le habían dado una muerte totalmente despiadada pero no sentía pena por él, al contrario, había obtenido lo que merecía. Ivar la miró preocupado y, honestamente, avergonzado de lo que había hecho. No es que se arrepintiera, es más, lo volvería a hacer con mucho gusto, pero no le gustaba que ella fuera parte de aquello. Los pecados eran cosa suya. — ¿Estás bien?
—Sí...Vamos. —Ella apartó la mirada del cadavérico cuerpo y siguió a Ivar escaleras abajo. Por un momento se preguntó dónde estaría Ubbe, puesto que la había acompañado hasta ahí arriba. Sin embargo, al salir del castillo encontró la respuesta.
Todos sus guerreros, incluido Ubbe, se encontraban en una feroz batalla contra los soldados sajones, comandados por el rey de los mercianos. Æthelred clavó su amenazante mirada en ella y Astryr tuvo la sensación de que sus piernas la iban a dejar caer. Ese hombre la había maltratado desde el primer día, no directamente, sino mediante palabras y terceras personas. Quería darle muerte fuera como fuera, pero el miedo la paralizaba y, honestamente, ya tenía todo lo quería: a Ivar y a su libertad.
—¿Estás preparada? —Le dijo Ivar con sincera preocupación. No podían salir de allí sin pelear y ninguno de los dos estaba en verdaderas condiciones para hacerlo. Él estaba forzando sus piernas más de lo debido y ella estaba tan débil que casi era un milagro todo lo que había logrado hasta entonces. Ivar se puso frente a ella y sujetó su rostro entre las manos. —Mírame, no tengas miedo. Sé que estás cansada pero necesito que saques fuerzas para esto. No puedes rendirte ahora.
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El palacio del sufrimiento // Ivar The Boneless
Hayran KurguY te quiero a rabiar Pero sabes que hay un infierno dentro de mi cabeza No te dejes llevar Lucharé contra las fieras No te dejes llevar Tengo el corazón a medias ¿No te dije que me llenas? [Créditos: Hoy es el día - Lionware] Finalista Premios Watty...