El reencuentro se convirtió en un mar de lágrimas cuando por fin abracé a mi madre después de tantos años. No era como la recordaba, había envejecido notablemente y tenía el doble de arrugas que antaño, sobretodo alrededor de la boca y los ojos. Pero aún era ella, la misma mujer que me crió y que me cuidó durante todo el tiempo que la necesité. Su personalidad no había cambiado ni un ápice, seguía teniendo la misma bondad en la mirada.
Mis hermanos Helmi, Ingrid y Niels superaban los 20 años, así que el cambio era mayúsculo. Les recordaba siendo niños y ahora les volvía a ver siendo unos adultos hechos y derechos. Incluso Ingrid ya era madre de un niño recién nacido y Helmi lucía un embarazo de casi treinta semanas. Me sentí muy feliz de verlas así, con la vida ya organizada y con un futuro tan claro y pacífico frente a ellas. Ambas estaban casadas con dos hombres jóvenes del pueblo, siendo uno de ellos el mejor amigo de Helmi desde la infancia. Su vida no había cambiado ni iba a cambiar mucho, pero eran felices con eso. No necesitaban nada más.
Pero si alguien me había sorprendido verdaderamente ese era mi padre. El hombre se había convertido en un anciano con la espalda jorobada, los dedos callosos y una debilidad en las piernas que le hacía necesitar un bastón para caminar. Podía ver la ironía en eso. Él odiaba a Ivar por su deformidad, y ahora estaba condenado a caminar de la misma forma que él. Supongo que los dioses siempre equilibraban la balanza.
—¡Sakdi! Es un nombre precioso.— Exclamó mi madre mientras acariciaba la mejilla de la niña. Ella la miraba tímidamente, pues era la primera vez que veía a aquella señora que se hacía llamar abuela.— Tu belleza es impresionante, cariño. Le romperás el corazón a muchos hombres.
—Le queda mucho para eso.— Añadió Ivar, poniéndose al lado de su hija y apoyando la mano en su hombro. Mi madre sonrió al verle. Ya se habían saludado anteriormente pero ella no paraba de mirarle como si quisiera conocerle con total profundidad.
—Antes de que te des cuenta se habrá convertido en una mujer y se irá de casa. El tiempo pasa tan rápido...— Me miró a mí y yo sonreí.
—Ella no se irá a ningún lado hasta que yo dé el visto bueno.— Apretó a su hija contra él y nosotras reímos. Skadi se tapó la cara con una mano para disuadir su rubor.
—Cariño, como tengamos que esperar a que des el visto bueno la niña no se casa en la vida.— Agregué divertida, desencadenando las risas de todos.
En el otro lado del salón estaba Einar hablando con mi padre y mis hermanos. Parecía llevarse muy bien con todos ellos, especialmente con Niels pues era el más pequeño y con el que menos diferencia de edad tenía.
Después de la pequeña presentación pasamos a la mesa, donde nos esperaba un banquete increíble que por poco no nos hizo babear a todos los presentes. Había alimentos que mis padres jamás habían probado y eso no hizo más que animar el ego de mi querido esposo.
—Astryr... Cuánto te envidio.— Me dijo Ingrid, quien estaba sentada a mi lado.
—¿Por qué?
—Porque lo tienes todo. Vives en esta enorme casa, tienes dos hijos preciosos y eres una reina venerada. ¿Qué más se podría pedir?— Dijo con ojos soñadores mientras admiraba las paredes del Gran Salón. El resto de comensales, sumidos en su propia conversación, no estaban al tanto de la nuestra.
—Pediría estar más tiempo cerca de mi familia.— Le di la mano y ella la agarró. Las dos sonreíamos con cariño. Me di cuenta entonces de lo parecidas que éramos físicamente, aunque ambas tuviéramos fuertes rasgos distintivos.— Desearía que no viviéramos tan lejos.
—Puede que eso cambie. ¿Recuerdas a Edmund, mi marido? Se dedica a la caza aunque también entrena a menudo con un grupo de hombres del pueblo que han formado una especie de cuadrilla de lucha. Están decididos a participar en la próxima redada que se lleve a cabo así que, si al final lo hacen, yo podría venir a Kattegat y esperarle aquí.
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El palacio del sufrimiento // Ivar The Boneless
FanfictionY te quiero a rabiar Pero sabes que hay un infierno dentro de mi cabeza No te dejes llevar Lucharé contra las fieras No te dejes llevar Tengo el corazón a medias ¿No te dije que me llenas? [Créditos: Hoy es el día - Lionware] Finalista Premios Watty...