Ataque a la prisión

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Entrenaron a mujeres, niños, padres de familia y a adolecentes que podían pelear. Fueron muy estrictos pues querían que todos estuvieran preparados para a la tarde atacar.

-El Gobernador: Los descansos serán de cinco minutos.

La gente se sentía exhausta de tanto aprender a disparar y de luchar cuerpo a cuerpo por si era estrictamente necesario. Encima los decansos eran cortos, y no eran muchos.

Noah, un chico de 18 años, empezó a tener dificultades para respirar dejando así de entrenar. El Gobernador se percató gracias a un soldado, así que fue a paso firme a dónde él.

-El Gobernador: ¿Por qué has parado, Noah? *serio*.

El chico no podía comunicarse pues se seguía asfixiando. Su madre salió de la casa, ella le vigilaba con el abuelo del chaval.

-Alexa: Mi hijo padece de asma señor. *le puso el ventolin a su hijo*.

-El Gobernador: Eso no es excusa, que se recupere pronto y siga entrenando.

-Alexa: Pero señor... está enfermo... debería quedarse conmigo...

-El Gobernador: Basta, haz que respire bien y no hay más que hablar.

Karen, una mujer muy querida por todos, defendió a Noah apoyando a su amiga.

-El Gobernador: Solo hago excepción con los menores de dieciseis años, ancianos y cuidadores de ellos. *zanjante*

Al cabo de bastantes horas ya casi todos estaban preparados. Tenían muchos vehículos de todo tipo, cargaron bolsas a los coches y camionetas con armas, munición y más cosas de gran utilidad.

Recorrieron tantos kilómetros hasta llegar a la prisión, durante el viaje los nervios fluían a flor de piel entre los pueblerinos que no eran más que solo eso, pueblerinos. No soldados ni gente violenta, por desgracia si El Gobernador lo ordenaba se cumplía. Inclusive si arriesgaban sus vidas según él por un bien mayor. Por suerte estos ya sabían que hacer al llegar a su destino.

Shane divisó con sus prismáticos una fila de vehículos llegar, se encontraban lejos pero de todas formas avisó rápidamente a todos.Ellos armados se situaban en sus posiciones. Iban a luchar todos aunque quisieron mantener a Carl, Lori, Carol, Beth, Hershel y Dale al márgen,no pudieron puesto que estos se negaron rotundamente.

-Shane: ¡Ya sabéis lo que tenemos que hacer!.

Nervios, angustia, sudores fríos... sentían miedo por sus seres queridos,sus amigos, familia... y por su hogar.

-El Gobernador: Hola a todos *mira a Shane* hablemos antes de que alguien comenta una tontería.

Dio varios pasos adelante, la doble alambrada los mantenía muy separados.

-Shane: ¿Hablar de qué?.

-El Gobernador: Veo que habéis trabajado toda la noche para tapar huecos de las verjas metálicas.

-Shane: Afirmativo, ¿qué quieres?.

-El Gobernador: Impedir una catástrofe amigo mío.

-Shane: ¿Y con toda tu gente armada aquí? ¿Así tu impides las catástrofes?.

-El Gobernador: Por sí la cosa se complica tengo refuerzos, Shane. ¿Qué esperabas?. La otra vez vine siendo amable y allanaron mi hogar. *ve a Michonne* Y todo por culpa de esa zorra. Oh, ¿Erika también está aquí y Tara,no? *mirando*.

-Shane: No es de tu incumbencia.

-El Gobernador: Claro que lo es joder, no sois suficientes no vencereis. Quiero que el trato siga en pie pero con algunos cambios. Muchos de mis hombres convivirán con ustedes, y saldréis a por mi puto combustible. He gastado mucho al venir aquí.

-Shane: El trato ya no es válido no somos tuyos, no nos mandas. Lucharemos si hace falta por proteger nuestro hogar y a nuestra gente.

-El Gobernador: Si así lo quieres, Shane. *hace una seña*.

Lanzaron dinamita a varias torres de viligancia incluida a la que ellos subían. El ruido comenzaría a atraer a los muertos como las luces a las polillas.

El Gobernador alzó su brazo sin que se percataran pues veían el fuego y todo destruído. Apretó el gatillo, se habían movido de sitio alertados por las explisones asi que muchos estaban descubiertos. Una bala atravesó el cráneo de T-Dog, cayendo su cuerpo muerto al suelo envuelto pronto en un charco de sangre.

Se dieron cuenta, Sheyla intentó correr para acercarse a su cadáver pero Erika la paró, ya era demasiado tarde. Sentenció la guerra, si tanto la ansiaba la iba a tener. Entre tanto sufrimiento, dolor, tristeza... por la pérdida de un buen amigo, volvieron a sus posiciones abriendo fuego contra ellos, mientras los del exterior les disparaban sin piedad alguna. Una camioneta derribó las dos puertas de la alambrada, los caminantes cuando se acercaran entrarían sin pensarlo, no tenían esa capacidad.

Todos se cubrían y disparaban, herian al bando enemigo e incluso mataban a algunos sabiendo que gente inocente se envolvió en esa pesadilla por culpa del Gobernador. Sangre inocente se siguió derramando. Otra bala atravesó a una persona del grupo de Shane, justo en el pecho provocando que agonizara por seguntos hasta morir. Era Beth, quien luchaba junto a su hermana. Esta última se sentó, aún oculta, para empezar a llorar observando a su hermana pequeña muerta frente a ella. Ni siquiera Hershel lo sabía...Glenn, las miró y se agachó al lado de Maggie.

-Glenn: Siento lo que ha pasado pero tenemos que seguir cariño, que su muerte ni la de T-Dog sea en vano...

Dicho esto ambos dispararon de nuevo. Sheyla y Erika permanecían juntas. Carl junto con Lori, Hershel y Dale hacían lo mismo sin parar. No se rendirían, no sería fácil avanzar pero había que hacerlo. Honrarán sus muertes cueste lo que cueste.

Pocos caminantes ya entraron dentro del perímetro de la prisión, todavía a paso lento. Ninguno llegó a ellos todavía.

Daryl se percató que lanzarían una granada a la doble alambrada y les avisó con un grito a todos.

Cuando la doble alambarada cayó todos reaccionaron a tiempo excepto Dale, que quedó atrapado bajos los escombros con una gran herida abierta en el estómago. Les dijo que no pasaba nada, que siguieran. No querían abandonarle pero en la situación que vivían no podían hacer nada.

Pronto los muertos se le echaron encima desgarrando su piel, sus gritos ensordecedorres y desoladores no pudieron ser escuchados por sus amigos. Estos oían pitidos por el impactó de la granada tan cerca. Se escondieron como pudieron y siguieron disparando. El problema es que se habían separado. En ningún momento pensaron en subir a la caravana de Dale y huir, aún tenían esperanzas.

Shane corrió a por el Gobernador mientras Michonne le seguía, lucharon sin armas. Recibían golpes y los esquivaban, ella peleaba al mismo tiempo con Martínez, que era muy leal a Philip. Tenían la cara llena de moratones, escupía sangre. En un momento el Gobernador se puso encima de Shane estrangulando su garganta a la vez que sonreía. Michonne se dio cuenta pero aún estaba con Martínez en medio de una disputa por ver quien caía primero. De lejos una bala atravesó el estómago de Martínez, cayendo al suelo agonizando. Michonne se acercó por la espalda de El Gobernador, desenvaino su katana y lo atravesó. Sacó su espada, Philip se tiró a un lado sufriendo. Shane se levantó poniéndose al lado de Michonne, dándole las gracias. Vieron que habían más de cien caminantes por allí,mataron a algunos, buscaba a sus amigos para juntarse pero nada. Ni siquiera vislumbró a su novia o al pequeñajo. La mayoría de la gente del gobernador se encontraba muerta o herida, pronto los heridos eran devorados. Philip intentó levantarse pero solo se arrastró hasta un coche, en vano. Se le tiraron encima abriéndole en canal sacando sus entrañas. Sus gritos eran música para los oidos de Shane y Michonne. No sabían que les pasó a los demás o si aún respiraban. Intentaron regresar a la prisión pero los caminantes no les dejaron. Solo consiguieron subirse a un coche,tampoco podían alcanzar la caravana, en el maletero habían algunas bolsas y mochilas llenas de provisiones y armas. Arrancaron alejándose de el que fue su hogar, destrozados por las pérdidas y frustrados por no saber que era de los demás. Sus amigos, familia, las personas más importantes en sus vidas. Y ahora tres de ellos muertos.

[Siento las muertes... menos la del Gobernador]

Another version of The Walking Dead.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora