Rehenes

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Antes de ir llegando al Santuario, varios soldados abrieron la puerta del furgón, mientras dos sujetaban con fuerza a los rehenes, otros les ponían un saco en la cabeza y le ataban las manos.

- Así no tendremos problemas con nuestros nuevos amigos. *dijo de manera divertida*.

Cerraron las puertas, si ya antes era todo negro para los Dixon ahora lo era, sin duda, más todavía.

El trayecto continuó hasta que los sacaron y tiraron brutalmente al suelo.

Intentaban forcejear, en vano.

Los pusieron en pie y los guiaron hasta el interior de su nuevo hogar.

Quitaron esos sacos de sus cabezas, dejando ver el gran pasillo.

Ellos no sabían pero Negan les había dado la señal a sus hombres, para que supieran que hacer con ellos.

Los arrojararon a una celda fría y sombría sin ventanas.

Toda su ropa y armas, por supuesto, fueron quitadas de inmediato. Y sus manos por fin estaban libres de ataduras.

Escucharon unos pasos fuertes.

Vieron la figura de ese canalla en el umbral, apoyado en la gran puerta metálica.

- Negan: Sean bienvenidos al Santuario, una pena que no podáis ver más allá que estás cuatro paredes. *les dedica una siniestra sonrisa*. Os quedaréis aquí hasta que piense que cojones hacer con vosotros. Cerrar la puerta.

Antes de que la cerrarán, Merle sin ánimos de levantarse, le gritó "Hijo de puta, te mataré", a quien resultaba ser su nuevo líder.

Negan le dedicó una sonria maliciosa, eso fue lo último que los dos hermanos lograron ver, antes de volver a la inmesa oscuridad.

Oyeron esos mismos pasos pero, esta vez, alejándose.

- Negan: Dwight, estás de suerte amigo mio.

Este paró en seco, sin entender.

- Negan: Te nombro mi mano izquierda.

- Dwight: Es un placer señor.

- Negan: Lo sé. *lo mira detenidamente*. Te encargaras de que nuestros hombres cumplan sus guardias, y que ni se les ocurra hablarles o hacerles nada, sin mi permiso. Ah, y tú serás quien les de, de comer.

- Dwight: De acuerdo. ¿La comida cómo la nuestra o la de los ciudadanos?.

- Negan: No, tengo en mente algo mejor.

- Dwight: Ya me dirá, entonces.

- Negan: Afirmativo. Reúne a Raúl y ve a la sala de mandos. Nos vemos allí en cinco minutos, y dile que más le vale no hacerme esperar esta vez. *serio*.

Él como respuesta asintió y caminó en busca de su compañero.

Minutos después lo encontró hablando con otros soldados.

- Raúl: Me encantaría torturar a los nuevos.

- Pagaría por verlo.

- Si necesitas ayuda, nos tienes a tu disposición. *dijo otro entre risas*.

Su conversación fue interrumpida por la presencia de Dwight.

- Dwight: El jefe nos quiere en la sala de mandos, ahora.

- Raúl: ¿No vez qué estoy ocupado?.

- Dwight: Como quieras pero, te aviso. No está contento con que siempre llegues tarde, quizás si lo hagas ahora... Bueno, podrías ser tú el tio a quien torturen.

Another version of The Walking Dead.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora