Another version of The Walking Dead.

No era el mismo.

Como es de esperar pasados estos años el grupo de supervivientes ha vivido muchas nuevas experiencias, tanto positivas como negativas.

Carl Grimes no volvió a ser el mismo después de enterarse de que su madre había fallecido, después de dar a luz a su hermana pequeña.

Este cambio en él perduró cuatro meses, pues se encerraba en sí mismo. Era más callado, frío y solitario, se recordaba a sí mismo a su novia Enid, cuando ella actuaba así.

Su relación con la joven se tambaleo bastante durante ese periodo de tiempo.
Enid sabía exactamente que era lo que se sentía pues ella perdió no solo a su madre, sino que también a su padre. Por esa razón no desistia, seguía intentando hablar con él. Le hacía la merienda cuando entraba a su casa y decía bromas para animarle, pero nada valía.

Ya ni se daban besos como antes, esa actitud hirió a Enid pero aún así no paraba. Quería ayudar a su novio a superar la gran pérdida de una madre, la cual siempre estuvo ahí para él. La que ha soportado muchas cosas más de las que debía solo para luchar por su hijo, por su salud y que no le faltara de nada.

-Enid: No voy a dejarte solo, dices que quieres estarlo pero yo sé que en el fondo ansías tener compañía.

Fue una de las frases que marcó a Carl Grimes, para bien.

Ron, al enterarse, quiso acercarse a su ex amigo para consolarle pero, como no, Grimes pasó de él olímpicamente.

Aún así Ron le dijo que se había pensado las últimas palabras que él le dijo, y sí, quería recuperar la amistad. Ya superó la "traición" suya y de Enid. Además se sentía mal por no pasar buenos ratos con su mejor amigo.

Su padre Rick, a pesar de también estar sufriendo pasaba tiempo con Carl, a pesar de éste no prestarle atención. Intentaba hacerle reir, que perdiera la noción del tiempo y dejara de pensar en ella.

-Rick: Hago lo que puedo, Carl. -Le dijo una vez, frustrado-.

Más de una vez el mayor de los Grimes se llevó malas contestaciones y comentarios que hasta la persona más fuerte,en este nuevo mundo, se derrumbaría. Por no decir las remuneradas discusiones y gritos de Carl,que hacían sentir a Rick un mal padre.

Con Shane la cosa no iba desencaminada, era todo exactamente igual quitando el hecho de que a penas pasaban el rato juntos ni se hablaban, pues Walsh también sufría lo suyo.

Con el resto de su grupo era ese mismo chico arrogante, distante y borde. Incluso con su mejor amiga, Sheyla. Ella actuaba como Enid, quería verle feliz, sonreír. Que erradiara esa energía positiva como antes, pero no sería fácil. Parecía no tener sentimientos, pues él mismo no sentía nada. Lo único, dolor y tristeza.

-Sheyla: Sigues siendo mi mejor amigo aunque pases de mí, enano. -Le comentó un día, cuando se rindió en ese momento para sacarle una sonrisa-.

A día de hoy Carl tiene una cicatriz en su corazón y un vacío inmenso por no tener a su madre a su lado.

Su relación con Enid fue a mejor. Ron y él volvieron a ser buenos amigos y a jugar a la play casi todas las tardes, acompañados de Mickey.

Le pidió disculpas a su padre casi llorando, se sentía pésimo por tratar a un pilar tan grande en su vida, así. Y más sabiendo que él mismo no era la única persona que sufría por la tragedia, si no que su ejemplo a seguir también. Y a pesar de él haberle visto echo trizas seguía aparentando una sonrisa exclusiva para su hijo.

Con Shane mejoró, ya no era lo mismo, pero se hablaban y reían alguna que otra vez. No era su padre biológico pero si un segundo padre para él, sin duda.

-Carl: Gracias por entenderme Shane -le miró- segundo papá -rió antes de ver que él se iba-.

No volvió a ser el de siempre he de decir, pero sí mejoró muchísimo su comportamiento frente al resto. Hasta el punto de que Sheyla y él se vieran dos veces o tres por semana, para no perder la amistad tan bonita y fuerte que poseían.

Incluso, al principio,llegó a sentir rabia por su hermana, por haber nacido y sobrevivido y su madre no. Eso le hizo sentir una mierda y a los pocos días comenzó a tener un vínculo con Judith.

El resto sabía perfectamente que él estaba fatal pero lo que nadie sabía era que no siempre, es decir, cuando veía a Judith sonreír o la cogía en brazos, el mundo se detenía. Era feliz, siempre quiso ser el mayor y ahora por fin lo era. Y aunque su madre no estuviera allí con ellos, sentía que les observaba desde el cielo. Cuidando de ellos como un ángel de la guarda.

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Pd: Mis disculpas, sé que es más corto que los demás pero, ya saben, la inspiración a veces escasea. De igual forma espero que les guste ❤️.