"¿Y cómo te sientes?"

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Mucho antes de que Alejandría comenzará a producir nuevos productos, Rosita había terminado su relación con Spencer.

Aquel día sucedió un acontecimiento que hizo que Espinosa prefiriera quedarse soltera.

Ella había ido a buscar a quien era su novio, como siempre primero iba al portón por si hacía su respectiva guardia. Como no le encontró, si no a Rick, optó por ir a su casa.

Tocó a la puerta y fue recibida por Deanna, que seguía estando decaída. A pesar de ello le dedicó una pequeña sonrisa y la invitó a pasar, no sin antes Rosita preguntarle si Spencer estaba. A lo que la viuda respondió que sí, aunque no le prestó mucha atención a su hijo, cuando este regresó de fuera.

Deanna volvió a la cocina para acabarse su café mientras comia galletas.

La jóven subió las escaleras dirigiéndose al cuarto del mayor de los Monroe.

Antes de abrir la puerta notó algo inusual, unos leves sonidos que se podían escuchar, no eran muy claros.

Cuando por fin la dejó abierta observó la escena. Spencer mantenía relaciones sexuales con una de las chicas de la comunidad. Rosita sin articular palabra, y siendo vista por ambos. Cerró dando un portazo y bajó las escaleras cabreada.

¿Quién se cree qué es este para ponerme los cuernos? pensó.

Spencer, lamentándose se había puesto la ropa interior y el pantalón para salir y bajar sin camisa.

-Spencer: Rosita espera.

Ella ya no se hallaba dentro.

Deanna en silencio miró a Spencer y suspiró.

-Deanna: Te lo dije, tarde o temprano se enteraría. *dejó la taza en el fregadero*.

Miró a su madre y sin ánimos de salir a armar un espectáculo con el resto mirando, caminó hasta su dormitorio. Echó cabreado a la castaña y luego terminó de vestirse.

Abraham y Eugene, casualmente charlaban en el porche de su hogar. Era raro ver al sabelotodo fuera de su hábitat.

Observaron a Rosita, que no tenía buen aspecto, dirigirse con furia a la casa vecina, la suya.

-Abraham: ¡Espinosa ven! *alza la voz*.

Ella no le prestó atención y siguió caminando.

-Eugene: Parece que no te ha oído.

-Abraham: Una mierda, ha pasado de mí y eso no me hace puta gracia.

Porter suspiró para luego voltear a ver a Abraham.

-Eugene: Creo que no está de humor, deberíamos ir a verla.

-Abraham: *Da una calada al puro* Está bien.

Carol les dejó pasar con una amplia sonrisa, y como no, ella estaba cupada horneando unas pocas magdalenas.

Vieron a Maggie de pie, Porter la abrazó y Ford la saludó con un movimiento de cabeza.

-Maggie: Rosita está echa una furia, intenté hablar con ella y nada.

-Eugene: *la mira* Nosotros quizás lo consigamos.

-Abraham: Lo veo muy difícil.

Maggie acarició su barriga.

Los dos amigos subieron hasta la habitación de Rosita, tocaron y esperaron una respuesta pero no la obtuvieron.

Eugene se dispuso a volver a tocar pero inmediatamente Abraham la abrió rápido, quedando ellos en el umbral de la puerta.

Porter le miró indignado y el pelirrojo entendió porque.

-Abraham: ¿Qué? Íbamos a pegarnos todo el día así. *entró y él le siguió*.

Vieron a Rosita tumbada boca abajo en su cama, con una almohada encima de su cabeza. Se podía escuchar el llanto desde donde se situaban.

Se quedaron parados frente a la cama, mirándola.

-Eugene: Rosita... ¿qué ocurre?.

En su voz se notó la inmesa preocupación que sentía.

-Abraham: Venga, sabes que somos amigos y eso. *se rasca la nuca*.

-Rosita: *se quitó la almohada, dejando ver que tenía la cara aplastada con la manta*. Marchaos.

Abraham se comienza a reir por verla así y Eugene le fulmina con la mirada. El ex-militar se puso serio procurando no volver a reirse.

-Eugene: Nos necesitas y lo sabes. *se sienta en la cama*.

-Rosita: *Se sienta apoyando su espalda al cabezal e intentando que no vieran su rostro por las lágrimas* Le he pillado tirándose a otra. *notándose su furia*.

-Abraham: *abre más los ojos* ¿Dónde está ese hijo de puta? qué le voy a dejar sin huevos. *apretó sus puños con fuerza*.

-Rosita: Déjale, no vale la pena.

-Eugene: ¿Y cómo te sientes...? *la mira*.

-Rosita: ¿Cómo crees? *rueda los ojos*.

Se quedó callado sintiéndose un idiota por la pregunta.

-Abraham: Si lo veo me lo cargo. *cabreado*.

-Rosita: Mataría por ver eso grandullón. *esboza casi una sonrisita*.

-Eugene: ¿Necesitas algo?.

-Rosita: Si, poner a parir a ese mamón.

-Abraham: Oh preciosa, adelante. Sabes que eso se me da de puta madre.

Comenzó a decir secretos íntimos de Spencer por lo mal que se había sentido al verle con esa chica desnudos. Ella había cambiado por ese tío y él realmente le gustaba pero esto no lo iba a pasar por alto. Pensaba hacerle la vida imposible por ser un cabron infiel.

Eugene la hacía reir varias veces por decir tantas cosas inteligentes, síntomas de tener un alto coeficiente intelectual, mientras que Abraham le decía explícitamente que iba a darle la mayor y mejor paliza de su vida. Incluso le repitió que le dejaría sin huevos, así no follaría con nadie más.

Estuvieron el resto de la tarde allí sentados en la cama hablando y lo más importante, consolando a su amiga.

Después de mucho tiempo no se sentían tan felices entre ellos,estando juntos como en los viejos tiempos.

Por un momento pareció congelarse el mundo, dejando ver unas sonrisas y unas miradas irradiando energía positiva y lo más importante, felicidad.

La amistad de Abraham, Rosita y Eugene con los años hasta llegar a la actualidad, fue aumentando. Se veían más veces e incluso hablaban de sus problemas, aunque sin dar muchos detalles de sus emociones. Algo que parecía imposible en Ford y Espinosa, pues no la gente les conocían por ser gente pasiva y de confianza fácil para contar temas así.

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Another version of The Walking Dead.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora