Another version of The Walking Dead.

A las afueras

Al día siguiente, Merle despertó, quedando aún acostado en la cama mirando al techo. Pensando en el plan que trazó en su mente la noche anterior. Decidió levantarse, buscó una mochila para meter en ella algunas latas,agua y medicinas que había visto en el baño. Poco después encontró una, la abrió y para su sorpresa había munición,un arma y un walkie-talkie con pilas. Bajo al salón e introdujo en ella lo que necesitaba. Se la cargó a la espalda mientras iba a la ventana.Al asomarse miró la zona. Habían unos seis caminantes cerca y otros pocos en la lejanía. Despacio, con su cuchillo alzado, abrió poco a poco sigilosamente la puerta, salió y se retiró de aquel lugar.

Caminó unos veinte minutos hasta llegar al fin de la ciudad, se giró a echar un último vistazo, sería la última vez que estaría en Atlanta.

Yendo por la carretera vio muchos coches juntos y echos polvo por una colisión. La cual ocurrió cuando todo cambió. Se acercó a los coches que parecían poder seguir funcionando, pero fue en vano.

-Merle: A caminar se ha dicho, vaya mierda...

De repente se sobresalta al escuchar una voz,se quita la mochila de encima dejándola en el suelo. Se agacha para abrirla y coger el walkie-talkie (ya encendido). No habló en ningún momento, se quedo en silencio oyendo una conversación entre dos hombres. Uno de ellos hablaba de ir al norte, Merle sin importarle nada se dijo a si mismo de ir al norte. "Quizás ese cabronazo este allí" pensó.

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Una semana más tarde.

Merle estuvo yendo al norte, aún sin rastro de Daryl ni de los otros. Durante esa semana había dormido en algunas casas o coches que saqueba antes de ponerse en marcha.

A día de hoy Dixon se situaba en una cabaña en la que se quedó varios días. Cogió su mochila (esta con menos comida y agua) y salió para seguir rumbo al norte. No había gastado munición, no le había hecho falta hasta ahora. Horas más tarde escuchó unos gritos desoladores que provenían del bosque. Cabe mencionar que él solo iba por carretera, excepto cuando quería estar en un sitio medianamente seguro. Pensando en que quizás fuera su hermanito se dispuso a adentrarse al bosque. Aún faltaban algunas horas para que anocheciera. Siguió los gritos, algunas huellas, ramas rotas, un rastro de sangre... hasta que llegó al lugar proveniente de los gritos o mejor dicho, la persona en cuestión.

Merle encontró a alguien en apuros, se quedó quieto observando un poco lejos la escena. Cuatro caminantes, cinco, uno se acababa de acercar por el ruido y muchos más iban a llegar, intentaban devorar a una presa fácil.

Se planteó en su cabeza si ayudarla o no.
"Tal vez haya visto a mi hermano" pensó Merle. En ese preciso momento se acercó a salvarla, ella estaba tumbada en el suelo con un muerto encima forcejeando con él. Merle sacó su arma y se los cargó rápido, guardó su arma y se acercó a la chica. La levanto con fuerza, haciéndole un poco de daño mientras ella quería escapar, huir de él aunque le hubiera salvado la vida.

-Merle: Te vienes conmigo, esos capullos no tardarán en aparecer.

- ¿A dónde me llevas?.

-Merle: A algún lugar seguro, tengo algunas preguntas que hacerte preciosa *sonrisa pícara*.

- No me llames así. *forcejeba para soltarse*

Pero fue en vano, Merle era más fuerte que ella.

Al fin cayó la noche, los dos vislumbraron de lejos una casa algo apartada del resto y fueron allí. Entraron, Merle agarró a la chica con más fuerza, mientras cerraba la puerta. Dispuesto a recorrer la casa, por si algunos caminantes se situaban allí deseosos de carne fresca. Aún sin soltara, ni un poco.

Despejó la casa, sentó a la chica en el sofá y se quitó la mochila rápidamente.

-Merle: Yo que tú no intentaría huir, ya es de noche. Seguro que sabrás que ahora están más activos los hijos de puta *rie*. Bien, voy a hacerte algunas preguntas y vas a responder a todas con sinceridad, ¿entendido?.

La chica asintió, tenía miedo, no solo porque casi la devoraban sino por este hombre que apareció de repente a salvarla.

Merle se sentó en el sofá cerca de ella, dándose cuenta la chica reaccionó alejándose un poco de él.

-Merle: ¿Cómo te llamas muñeca? *la miró de arriba abajo mordiéndose el labio de manera pícara*.

Callada por unos segundos, se deliberó a responder.

-Me llamo Erika. *respondió seria mirándole*.