Another version of The Walking Dead.

Hermanos Williams.

Tyreese siguió saliendo con Betsey, su relación cada día iba a mejor. Él sentía que se había enamorado locamente de ella, y esta pensaba lo mismo de Tyreese.

Quedaban la mayoría del tiempo al inicio de su noviazgo, dando paseos bajo la cálida luz de la luna, en cenas románticas, manteniendo relaciones, claro, entre otras muchas actividades que realizaban unidos.

Agradecía remuneradas veces a las dos hermanas por haberle dado la confianza necesaria para aquella primera cita, cuando solo se conocían de poco tiempo.

Ellas dieron la idea de que cenaran juntos en su propia casa, siendo Erika y Sheyla las cocineras y camareras.

Lo hicieron por Ty, un buen amigo para Erika y un mejor amigo para Sheyla. Y sí, Carl también lo es.

Con Erika no solía charlar mucho, las pocas veces que se veían se saludaban de lejos y ya, su amistad no era tan grande como la que tenía con Sheyla.

Hablando de la azabache, esta se sentía excluida al comienzo de esa relación. Pero lo entendía perfectamente y por ello no se enfadó ni nada. Simplemente un día se lo comentó a él y este resentido y lamentándose le pidió disculpas.

A raíz de este acontecimiento se veían más a menudo quedando incluso a solas, cosa que nunca habían hecho. Ahora podían disfrutar de su mutua compañía como buenos amigos que son.

Tyreese se llevaba mejor con su hermana. No se dejaban de lado por ambos tener pareja. Y como vivían en la misma casa se la pasaban horas juntos, riendo, hablando de temas triviales, etc.

Finalmente, Tyreese se mudó a casa de Betsey, que no quedaba lejos de su antiguo hogar. Se lo había dicho a su hermana y a esta no le molestó en absoluto, de hecho le dijo que adelante, que si era lo que él quería que lo hiciera. No hacía falta ni que le pidiera permiso, al fin y al cabo Tyreese era el mayor de los dos, y era su vida, no la suya.

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Hace seis años.

Era una mañana tranquila con el presente trino de los pájaros revoloteando por los cielos cerca de Alejandría.

Sasha, como todos los días, madrugó. Dejó a su hermano dormir más tiempo pues, la noche anterior la tuvo movidita.Y bajó las escaleras para ir a la cocina.

Se hizo el desayuno,dos tostadas huntadas con mermelada y un vaso de leche fría que tomó con gusto, una vez se sentó en el taburete del poyete.

Cuando finalizó optó por salir a la calle en busca de su amado Abraham, el cual no estaba en casa, porque el madrugaba más temprano que ella.

Caminó por la acera y en varias ocaciones la calzada, mirando en todas direcciones a ver si divisaba al alto pelirrojo, hasta que dió con él.

Lo observó a lo lejos de espaldas, llevaba su mítica camisa grisácea de manga corta, con su sudor marcado en la espalda.

Ligeró el paso para llegar antes a su lado, cuanto menos distancia faltaba por recorrer más veía de aquella escena.

Sasha se quedó quieta ,a no muchos pasos lejos de Abraham, estando pálida y sin poder reaccionar.

Allí estaba él, el hombre que tanto quería, besando los labios de otra mujer.

La chica se fijó en su presencia separándose unos centímetros del ex-militar, haciéndole una seña de que mirara tras él.

Se giró quedando atónito por la silueta y la expresión inmóvil de quien era su novia.

-Abraham: Sasha yo -.