Another version of The Walking Dead.

¿Quiénes sois?

Una semana más tarde.

El coche se había estropeado a los cuatro días, por suerte recorrió 5km.

A día de hoy Sheyla iba a pie, siempre que iba a caer la noche se escondía en alguna casa o algún sitio que la protegiera de los muertos, hasta que se hiciera de día. A veces no conciliaba el sueño, tenía pesadillas que trataban de su hermana. En todas y cada una la veía morir, eso hacia que rompiera en llanto.

Así fue todo lo que le ocurrió la semana después de la tragedia. Sus días eran monótonos... Muertos, coches estropeados,pocas provisiones... ,más muertos...,derramar muchas lágrimas... y ni una sola pista de Erika.

Ella se cansaba de estar sola, lo odiaba. Detestaba y temía a la soledad desde que era pequeña. No la soportaba. A veces hablaba con los muertos y se reia. Quien la viera pensaría que estaba loca. Ansiaba encontrar a su hermana con toda su alma pero también ver a alguien vivo... Ver solo muertos era ya hasta cansino para ella. "El nuevo mundo es así" se dijo.

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Otra semana más pasó y la monotonía era aún visible y cansina.

Sheyla paseaba por un camino en busca de algún lugar con provisiones hasta que de repente escuchó voces y gritos.

Intentó percibir de dónde provenían y cuando lo consiguió salió corriendo hasta allí. Vio de lejos a tres hombres, uno parecía ser joven y a dos mujeres huyendo a duras penas de los caminantes.

Una de las chicas, la del pelo largo castaño había sido mordida en en cuello. Su marido, supuso Sheyla, la ayudaba a caminar mientas el joven estaba al lado de ambos. Los otros dos, de piel morena, encabezaban a los otros. Uno de ellos me vio y se quedó atónito.

- ¡Eh! ¿Podrias ayudarnos, por favor? *su voz sonaba débil*.

No le respondio, reaccionó escondiendose tras el tronco de un árbol. Respiraba agitada, no se encontró con nadie vivo antes. Ella no sabía que hacer, entonces la otra chica habló.

-Tyresse, déjala, es una cobarde.

Sheyla al escuchar eso se sintió dolida porque sabía que era verdad.

-Tyresse: Pero... podría ayudarnos y nosotros a ella, ¿acaso no lo crees así hermanita?.

Esa última palabra llegó al corazón de Sheyla, se decidió a salir de detrás del árbol y fue temerosa hacía ellos.

-Sheyla: Os ayudaré... me encargaré de los muertos para que podáis huir.

-Tyresse: Gracias, gracias, muchas gracias de verdad... Eres una buena persona.

Asintió y fue a por los caminantes, les enterraba su cuchillo en el cráneo uno a uno, procurando no ser mordida. Ese pequeño grupo iba lo más rápido que podía alejándose de allí.

-Tyresse: ¿Has visto, Sasha? Esa chica no es una cobarde como decías.

-Sasha: ¿Y qué más da eso ahora?.

Su hermano quedó en silencio.

-Sasha: Ella nos está retrasando. *se giro a ver a sus tres amigos*.

-Allen: Es mi mujer, no pienso dejarla aquí tirada...

-Sasha: La han mordido, se va a morir. No puedes evitarlo.

-Tyresse: Eso ha sido cruel.

-Sasha: Cruel no, realista.

-Allen: Tyresse, por favor...