Another version of The Walking Dead.

Blasfemias

Gabriel se dispuso a salir de su despacho pues oía sonidos extraños, parecían provenir de su habitación de enfrente. Abrió la puerta sin previo aviso y observó a Bob y a Sasha.

Entra y los ve empezando a quitarse la ropa y grita:

-Gabriel: ¿Que estais haciendo en la casa de Dios?.

Bob: Discúlpeme padre, solo estábamos...

-Gabriel: Cállate, blasfemo. Si queréis tener hijos haberme avisado para acompañaros a la cabaña que hay fuera y...

-Sasha: Tampoco pensábamos tener hijos.

-Gabriel: ¿Me estáis diciendo que estabais por practicar el acto sagrado de la reproducción por puro placer? *su rostro era de asco* Estaréis casados por lo menos *al no haber contestación se enfurece más*. Deberéis uniros en santo matrimonio para ello, el sexo por placer está prohibido y sólo es válido para la reproducción. *cabreado*.

-Sasha: Bueno yo no creo mucho en esas cosas, a ver, le respeto a usted y demás pero-.

-Gabriel: ¡No respetas a nadie!. *la agarra del brazo bruscamente y la saca de la habitación*.

Bob se levanta sin comprender nada.

-Bob: ¿Pero qué hace?.

Salió furioso de la habitación, bajó las escaleras pisando fuerte haciendo que todas las miradas se dirigieran a él. Merle y Daryl que acababan de entrar miraron la escena confusos.

-Gabriel: ¡ESCUCHARME BIEN! No permitiré actos así en mi iglesia.

Ella estaba en ropa interior, Bob sin camisa y con el pantalón puesto. Sus amigos y hermano entendieron lo que sucedía

-Gabriel: ¡Purgaran sus pecados! ¡Si queréis permanecer en mi iglesia practicaran TODOS la misa!. *furioso*.

-Merle: Ni de coña capullo.

Su odio e ira comenzó a fluir más por su cuerpo.

-Gabriel: ¡ESAS NO SON FORMAS DE HABLARME!.

-Shane: Padre por favor cálmense llegaremos a un acuerdo.

-Gabriel: ¡CUMPLIREIS LA PALABRA DE DIOS!.

Dicho esto, volvió a su despacho cerrando la puerta a su paso.

Una voz susurrante en el fondo de su cabeza.

-No respetan nada, deben ser castigados.

-Gabriel: ¿Qui... quien habla? *mira la habitación vacía y la voz continua en su cabeza*.

-Soy quien guió a moisés, quien envió a mi hijo, y envio esta plaga para castigar a los herejes, y te he mantenido a salvo.

-Gabriel: Dios, mi señor *se arrodilla frente a la cruz*.

-Sin embargo, todavía hay herejes, y debes encargarte de ellos.

-Gabriel: ¿Cómo?.

-Deberás matarlos.

-Gabriel: ¿Pe... pero...?.

-Esa es mi voluntad.

-Gabriel: Mi señor le pido perdón por la ofensa de la pareja. *la voz cesó*.

Ahora su único objetivo era matar a los herejes.

Se sentó en la parte baja de su cama,llevándose las manos a la cabeza. Pensando en que hacer, como poder matarles. Su señor le pidió algo que jamás pensó hacer. Pero ya era hora, solo vivirían los creyentes. Y en ese grupo no eran precisamente muchos. Encima tenía una ventaja, algunos de ellos acudieron a él para contarles sus pecados y recibir el perdón de Dios. Nunca lo recibieron pero él les hizo creer que sí.

Nunca les cayeron bien, mataban, eran malas personas. Mataron a aquel grupo a sangre fría, sin remordimientos. Ellos eran los monstruos, no a los que les hacen llamar los caminantes. Seguro aquel otro grupo no era malo, mintieron con la versión, lo tenía más que claro. No se sintió seguro nunca con esa gente en su casa. Temía que le matarán a cada segundo. Pero ya era hora de tomar las riendas y dejar las cosas claras.