Alya sentía como el sol bajaba poco a poco. Pronto anochecería.
Rick los guio al lado del arroyo, donde no había muchos caminantes cerca y podían hablar, claro, no muy alto.
-Nuevo plan.- susurró cuando todos estuvieron en circulo.- No bastará con unas cuantas bengalas. Son demasiados caminantes, demasiado separados. No iremos a la armería. Necesitamos nuestros vehículos de la cantera. Todos tendremos que conducir para poder rodearlos. Nos iremos y regresamos.
-Bien.- dijo Alya.- Pero Judith, ida y vuelta a la cantera, me...
Rick entendió, iba a ser difícil.
-Yo me encargo de ella.- dijo Gabriel. Rick lo miró negando con la cabeza.- La mantendré a salvo en la iglesia hasta que no queden caminantes.
-¿Podrás hacerlo?- preguntó Alya.
-Debo hacerlo.- contestó.- Dijiste que no me debían nada, y es verdad, yo les debo a ustedes. Lo mantendré a salvo, lo haré.
Alya, Rick y Carl intercambiaron miradas, al final Rick asintió.
Carl se acercó levantando un poco la sábana y sacando a Judith, quien más que asustada lucía confundida, pero dejó que Gabriel la tomara y cubriera sin hacer ruido.
-Lleva a Sam.- dijo Jessie.
-No.- negó él rápido.
-Sí, Sam.- dijo su madre.- Será más seguro.
-No voy a separarme de ti.
-Sam...
-Mamá, no. Puedo continuar.
-Sam.
-Puedo continuar.- repitió.- Por favor. Por favor. Vámonos.
-Está bien.- cedió Jessie luego de un momento.
Gabriel miró a Rick.
-Estará a salvo.- dijo.
-Gracias.- contestó Rick.
Alya tomó aire cuando Gabriel comenzó a caminar, alejándose poco a poco de ahí y adentrándose a de nuevo a la horda. Si él cumplía su promesa, ella se disculparía por lo que dijo. Era lo menos que podría hacer.
-Él lo logrará.- dijo Jessie tomando el brazo de Rick.- Lo sé.
-Sam.- dijo Alya extendiéndole la mano.
Rick lideraba la fila, luego Alya, Sam, Jessie, Carl, Ron y al final Michonne, todos tomados de la mano.
^^
Como siempre, ya era de noche y a cada segundo el ambiente se volvía más y más oscuro, y más aterrador.
Alya sujetaba a su padre deseando la fuerza que él tenía, y sostenía la mano de Sam tratando de hacerlo sentir mejor. Ya no sentía el olor fétido, era como si simplemente su cerebro hubiera desconectado ese sentido, y lo agradecía mucho.
La castaña sintió un escalofrío cuando, en medio de la calle, Sam soltó su mano.
Se detuvo de inmediato deteniendo a su padre y ambos voltearon. Sam tenía la mirada clavada en algún lugar detrás de ellos y se había quedado quieto. Paralizado.
-¿Sam?- le susurró su madre tratando de hacerlo avanzar de nuevo.- Vamos. Vamos.
Sam tenía lagrimas en su rostro.
-¿Cariño? ¿Sam?- le decía su madre.- Está bien.
-Vamos, Sam.- dijo Alya con voz dulce tratando de calmarlo.- Tú puedes, vamos.
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What once was || TWD
FanfictionAlya Grimes, la hija mayor y rebelde de Rick comienza una travesía cuando los muertos dejan de quedarse como deberían. Muy pocas cosas en esta vida valen la pena, para ella, esta era la realidad mucho antes de que los muertos comenzaran a caminar. ...