Capítulo 62

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Alya entraba a la enfermería algo nerviosa.

Llevaba un pantalón y una playera de tirantes algo holgada azul claro, su cabello ya había vuelto a ser lo suficientemente largo para hacerse una coleta, así que lo llevaba suelto. Su cuchillo iba en su habitual lugar.

Era extraño ya no tener el peso del arma consigo, la ponía nerviosa.

Al entrar vio a un hombre de unos 35 años con una bata blanca.

-Hola, soy Alya.- saludó.- Deanna me dijo que trabajaría aquí.

-Sí, me habló de eso.- dijo el hombre mirándola.- Me llamo Pete. Creo que mi esposa le cortó el cabello a tu padre.

-Oh, está bien.- dijo Alya no segura de que responder.- ¿Qué hago?

-Puedes empezar con organizar los medicamentos.- le indicó Pete.- Hay una libreta por allá para que hagas el inventario.

-Claro.

Alya se acercó a la pequeña bodega donde había varias estanterías. Algunas cosas estaban un poco "ordenadas", pero parecía que había pasado un rato desde la última vez que alguien lo organizó.

Primero separó por tipo de medicamentos, analgésicos, antibióticos, antivirales. Lo que eran pastillas que solo estorban en un caso urgente lo dejó más atrás, luego las cosas más importantes para un trauma, como vendas, pinzas y gasas las comenzó a acomodar más cerca.

Mientras lo hacía, notó que Pete la miraba. Iba a preguntarle que era lo que pasaba, pero el habló primero.

-¿Qué experiencia tienes?- el preguntó.

-Estuve dos veranos aprendiendo primero auxilios.- contestó Alya.

-Eso es lo teórico, ¿qué hay de lo práctico?

-Bueno, he tratado algunos disparos.- dijo Alya.- Suturas, y una vez amputé una pierna.

-¿Una pierna? ¿Por qué?- preguntó Pete.

-Lo mordieron.- respondió.- No teníamos lo mismo que aquí, tuve que hacerlo con un hacha.

-¿Cuánto tiempo pasó desde la mordida?

-No más de cinco minutos, ¿tres? Lo logró, no se convirtió.

-Bueno, no tienes que preocuparte, aquí no se ven muchas amputaciones.- dijo.

Alya le sonrió un poco asintiendo y volviendo a los suyo.

Le gustaba el lugar, realmente lo veía como una oportunidad. Aaron le caía bien, incluso Deanna, pero de las demás personas no estaba segura.

Se apresuró a terminar su trabajo, había bastantes cosas y eso era bueno. Solo esperaba que duraran.

Hubo un momento, mientras terminaba de anotar todo en el que se dio cuenta que Pete estaba distraído por otras cosas.

Miró un frasco de analgésicos, el inventario de ellos era lo último, por un segundo se preguntó si los había dejado al final a propósito.

Se aseguró de que Pete no la viera y luego tomó uno de los frascos. Lo guardó en su pantalón y lo cubrió con su playera. Era lejos de ser la primera vez que escondía cosas de esa manera, podía tolerarlas un rato, lo suficiente para llegar a su casa.

-Ya acabé.- dijo Alya.- ¿Hago algo más?

-Por ahora, no.- le dijo Pete.- Puedes irte, si necesito ayuda haré que te busquen.

-Está bien.- respondió Alya.

Salió de la enfermería con dirección a su casa.

Sabía que Carol, Daryl y Rick planearon salir por lados separados para reunirse a escondidas y hacer un plan sobre las armas. Alya no pudo ir, pero esperaba que le contarán después.

What once was || TWD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora