Capítulo 8

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Cuando despertó la cabeza le dolía, le dolía demasiado.

Tardó un momento en recordar donde estaba, ese minuto de incertidumbre. Fue cuando el CDC vino a su cabeza junto a todo lo demás.

Se puso de pie y caminó a su baño.

Cerró la puerta detrás de si, y haciendo lo posible para tener los ojos abiertos, entró a la ducha.

Abrió el agua fría y después de unos diez segundos el sueño la había abandonado.

Su piel estaba chinita por la temperatura del agua, pero Alya sabía que era necesario. Se talló el rostro, y luego se dio cuenta que había entrado a la ducha con su pijama puesta. Extrañamente, no era la primera vez que le pasaba.

Se desvistió dejando la ropa en una esquina de la bañera y terminó de ducharse.

Luego salió, se puso un pantalón gris y una playera morada cuya manga le llegaba poco después de los codos.

Secó su cabello y se hizo una coleta dejando expuesto su tatuaje en la nuca, sacó su pijama de la bañera y la dejó extendida para que se secara. Luego se dio cuenta que no había vomitado.

Sonrió y después lavó sus dientes, no fue hasta que inspeccionó su reflejo cuando vio unos moretones en su brazo derecho.

Recordó que ayer había aterrizado en la habitación de Daryl, y que él luego la trajo hasta su cuarto. Seguro eran de la caída.

Entonces recordó lo otro, recordó lo de Shane. No estaba segura de que era lo que recordaba, o si siquiera había pasado.

Se enjuagó la boca y guardó su cepillo en la mochila. ¿Shane le había hecho algo ayer? No, era imposible.

Alya trató de dejarlo de lado.

Seguro fue un sueño de mierda.

Tomó un poco de agua de la llave antes de salir de su habitación con dirección a la mesa donde habían estado.

Escuchó unos pasos detrás de ella, se volteó para encontrar a su padre.

-¿Cómo te sientes?- le preguntó Rick.

-Hambrienta.- respondió Alya, fue lo primero que le vino a la cabeza.

-Creo que los demás ya están en el comedor.- le dijo su papá.- Vamos.

Rick no había querido acercarse demasiado a su hija en estos días por miedo a que ella lo alejara, hasta el momento no habían discutido ni ella lo había ignorado. Cuando estuvieron en Atlanta quiso decirle que se quedara, o que no los acompañara a la base de los otros, simplemente ayer quiso decirle que no tomara demasiado; pero no se atrevía a hacerlo.

Caminaron a la par hasta llegar a la mesa, Alya sonrió cuando vio que Carl le hizo una seña para que se sentara junto a ella.

-¿Tienen resaca?- preguntó Carl mirándolos.- Mamá dijo que la tendrían.

-Mamá tiene razón.- dijo Rick.

-Mamá tiene ese hábito molesto.- dijo Lori.

Alya le dio un trago al jugo de naranja que tenía enfrente.

-¡Huevos!- dijo T-Dog acercándose a la mesa.- En polvo, pero los hago sabrosos.

Fue cuando Alya miró a los demás en la mesa. Glenn estaba con la cabeza baja, quejándose.

-¿Cómo es que no te sientes mal?- le preguntó Glenn mirándola.

-Me siento terrible.- respondió.- El secreto es una ducha con agua helada.

What once was || TWD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora