What once was || TWD

Capítulo 94

Era el día 35 de la construcción del puente.

Alya iba pasando cerca de la carpa de Ezekiel cuando lo escuchó conversar con Henry.

Tenía puesto un pantalón cómodo y una playera negra de tirantes. Su cabello estaba atado en una coleta, pero lucía un poco desalineada. Tenía una mochila del lado de un color oscuro, estaba un poco polvosa.

-Deberías estar orgulloso, Henry,- le decía Ezekiel arreglando su armadura.- del trabajo que has hecho aquí. Algún día cruzarás este puente con tus nietos y les constaras la historia de como se construyó.

-No pienso aburrir a mis nietos con la historia de un puente.- dijo Henry.

-Y no deberías hacerlo.- dijo la castaña acercándose. Tanto el Rey como el niño la voltearon a ver sonriendo.

-Hola, Alya.- dijo Henry.

-Hermana, él le contará a sus nietos.- dijo Ezekiel mirándola.- Verás, no es solo un puente. Los caminos son el alma de las civilizaciones. Roma nació y cayó con sus caminos. Sin este puente, no habría comercio. Balas de Alexandria, granos de Hilltop, pescado de Oceanside. Esta estructura aburrida nos conecta a todos.

Henry miró a Alya tratando de ocultar su sonrisa.

-Sigue sonando algo aburrido.- dijo la castaña.

El Rey sonrió del lado. Henry rio un poco.

-Ve, y no olvides volver en una hora para empacar, nos vamos a casa.- dijo el Rey. Carol estaba acercándose a ellos.

-Nos vemos.- le dijo Henry a Alya y se dio la vuelta.

-¿No olvidas algo?- dijo Carol llegando junto a el Rey y Alya. Henry se dio la vuelta y regresó, después le dio un beso en la mejilla a Carol.- Gracias. Y esto.

Carol tomó la funda de su vara y se puso, luego le dio un beso en la cabeza dejándolo ir.

-¿Está más alto?- preguntó mirándolo.

-Definitivamente.- respondió Alya mirándolos.- Debería volver a trabajar, nos vemos por ahí.

-Lo haremos.- dijo el Rey.

Alya sonrió y continuó su camino.

Finalmente cedió a que le quitaran su puesto del Santuario. No había sido como quería, sintió como si la arrastraran de su lugar. Tuvo problemas con Daryl las primeras semanas y se la pasaba mucho viajando de Alexandria a Hilltop, incluso a Oceanside, pero finalmente las cosas parecían estar regresando a la normalidad entre ellos.

Pasaba por uno de los extremos del campamento que habían montado para la construcción del puente cuando sintió unas nauseas horribles al oler como cocinaban algo de carne.

Apresuradamente se adentró en el bosque hasta que no pudo contenerse más y vomitó detrás de un árbol.

Odiaba la sensación, pero estaba acostumbrada a ella. Era imposible llevar la cuenta de cuantas veces había vomitado después de haber pasado la noche en alguna fiesta.

Cuando terminó, tomó un poco de agua sirviéndose de cascada y enjuagó su boca.

Mientras escupía sintió como una rama se rompió a sus espaldas.

Tomó su cuchillo y se volteó al instante lista para pelear, pero al darse cuenta que era Laura bajó el arma de inmediato.

-¿No te han dicho que no debes acercarte así a alguien en el bosque?- le dijo la castaña.

-Te vi corriendo para acá.- respondió Laura.- Me preocupé, ¿estás bien?

-Sí, es solo algo que me cayó mal.