Capítulo 117

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La luna era su única iluminación natural cuando llegaron a las estacas.

Alya contuvo un suspiro, estar ahí de nuevo era rodo menos agradable.

Sabía que era peligroso que solo cinco asistieran a la reunión, pero le pidió a Michonne que así fuera. No solo porque en casa necesitaban mucha ayuda, sino porque si las cosas se complicaban, sería más fácil salir de la situación.

Serían menos muertos.

Aúno no había señales de los Susurradores, pero Alya sabía que estaban ahí, probablemente solo esperando, observándolos desde la oscuridad. No mucho después, Daryl dejó caer su ballesta, la castaña lo siguió empezando a desenfundar sus hojas para dejarlas en el suelo frente a ella.

Carol estaba hasta el final del lado derecho, a su izquierda estaba Daryl, luego Alya, Michonne y al final Laura. Todos dejaron sus armas en el suelo frente a ellos. A pesar de que Carol se resistió un poco al inicio.

Había un poco de niebla, muy poca, pero aún así le trajo malos recuerdos.

Después de un rato en espera, Daryl notó que empezaba a haber movimiento del otro lado.

-Atentos.- les avisó.

Alya miró enfrente, distinguiendo una horda moverse entre la niebla hacia ellos. Ninguno de los cinco se inmutó por los caminantes.

Pronto vieron como Alpha se quitaba la máscara y comenzaba a acercarse.

-Había una sola regla entre nosotros.- les dijo, Alya recordó lo mucho le irritaba su presencia, el solo hecho de tenerla cerca lo comparaba con tener mosquitos a su alrededor y las manos atadas.- Una ley. "Quédense donde están". Sin embargo, desobedecieron.

-El fuego habría destruido tus tierras.- señaló Daryl mirándola, algo le decía que a Alpha no le importaba, pero no perdía nada recalcándolo.

-La naturaleza del fuego es quema.- respondió Alpha.- No tenemos conflicto con la naturaleza.

-Podría haber destruido a una de nuestras comunidades.- explicó Michonne, Alya supo de nuevo que eso tampoco le importaba a Alpha.- No íbamos a dejar que sucediera, Puedes entender eso. Cruzamos una vez.

-Dos veces.- respondió Alpha.- Durante el incendio, caminaron por mis tierras. Durante la tormenta del invierno, caminaron por mis tierras. Son dos veces. Nosotros vigilamos siempre. ¿Qué les dije sobre cruzar mi frontera? Deben ser castigados.

Los Susurradores a su espalda empezaron a desenfundar armas, un par de pistolas por un lado y cuchillos por otro.

Nadie lo notó, pero Carol llevó su mano a su espalda, rozando el mango de una pistola que había traído a escondidas.

-¿Qué hay del cruce de ustedes?- preguntó Alya sin inmutarse por la amenaza.- Una frontera va en dos direcciones, tu gente cruzó y se quedó el suficiente tiempo como para dejar sus pieles colgadas. Cuando nosotros lo hicimos fue por vida o muerte, ¿cuál es su excusa?

Alpha la examinó un segundo, tal vez admirando en su retorcida manera las agallas de la castaña. Michonne estaba algo nerviosa, lo que menos quería era darle una razón a Alpha para atacarlos.

-Tienes un punto.- admitió Alpha.- Ustedes cruzaron, pero... tengo en cuenta el contexto. Esta vez no habrá derramamiento de sangre.

-Entonces...- dijo Alya con un amargo sabor de boca mientras la veía a los ojos.- ¿Qué quieres?

-Tierras.- respondió.- El arroyo que va por el valle será su nuevo límite sur. Marcaremos la nueva frontera al norte.

-Eso reduce nuestra área de caza.- dijo Carol.- No debemos pararnos aquí y escuchar a esta...

What once was || TWD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora