Alya despertó en un cuarto de la casa de su padre. También antigua casa suya.
Había estado quedándose unos días ahí para ver como estaba Aaron, además de pasar tiempo con Gracie y Judith.
Apenas había visto a Daryl últimamente. La última vez fue en Hilltop y después de su última conversación supo que necesitaba tomarse un tiempo para pensar.
UNOS DÍAS ANTES
Alya estaba en el campamento arreglando unas cuantas cosas junto a Daryl.
-¿En qué estás pensando?- preguntó Daryl.
-Oh, no es nada.- respondió Alya.
-¿Arat de nuevo?- dijo, al ver el rostro de la castaña solo bajó un poco la mirada.- Alya, ya hablamos de esto...
-Lo sé.- dijo Alya sentándose en el catre con una playera en la mano.- Es solo, desearía saber lo que pasó, o mínimo, no lo sé... tener una tumba en donde pudiera ir...
-No cambiaría las cosas.- dijo Daryl.- Lo que sea que haya pasado, pasó. No hay nada que pudiéramos hacer.
Alya sentía como quería formarse un nudo en su garganta mientras lo veía. Inspeccionaba cada movimiento de su rostro tratando de ver que cambiaba cuando mentía, pero todo parecía igual.
-Una parte de mi no quiere creer lo que pasó.- dijo Alya.- Sigo preguntándome cuando pasará algo más, ¿quién es? Cada persona que veo me pregunto si podría ser responsable.
-Detente.- dijo Daryl.- Eso no te va...
-A ayudar en nada.- terminó Alya.- Lo sé. Intento dejarlo atrás, de verdad. Solo me gustaría tener un cierre.
-Alya, te prometo... te prometo que si pudiera haberla ayudado y traerla de regreso, lo habría hecho.- aseguró Daryl.- Y te aseguró que lo que pasó no fue tu culpa, no podrías haber hecho nada.
Alya sintió como su corazón se partía al verlo, pero su rostro no demostró ni una mueca de dolor. Ella había visto esa expresión en el rostro del arquero demasiadas veces, siempre pensó que era su mirada más sincera pero se dio cuenta que no podía estar más equivocada.
AHORA
La castaña estaba en el porche de la casa de su padre.
Tenía una playera de tirantes negra, y una camisa de cuadros azul encima con las mangas recogidas hasta los codos. También tenía un pantalón algo desgastado y su cabello estaba recogido pero con unos cuantos mechones rebeldes.
Apenas estaba amaneciendo y el sol entraba en su piel, abrigándola.
Se encontraba sentada frente a un lienzo y con un pincel en su mano derecha. Había tomado prestadas las cosas de Judith y pintaba un retrato, el rostro de alguien que jamás podría olvidar.
-Hace años que no pintabas.- escuchó la voz de su padre acercándose.
-Sí, es solo...- empezó Alya, luego lo miró.- Espera, ¿cómo sabías que pintaba?
-Tu madre me enseñó algunas.- dijo Rick recargándose en el barandal del porche junto a ella.- Es ella a quien pintas, ¿no es así? Podría reconocer ese cabello donde sea.
-Sí. Me di cuenta que tengo fotos de muchos de nuestros amigos, pero no me quedaba nada de mi mamá.
-Eso no es verdad.- dijo Rick.- Eres idéntica a ella. Eres valiente, soñadora y bastante terca.
Alya rio un poco.
-Creo que tienes razón en lo de terca.- dijo Alya.
-Nunca hablas de ella.- señaló Rick.
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What once was || TWD
FanfictionAlya Grimes, la hija mayor y rebelde de Rick comienza una travesía cuando los muertos dejan de quedarse como deberían. Muy pocas cosas en esta vida valen la pena, para ella, esta era la realidad mucho antes de que los muertos comenzaran a caminar. ...