What once was || TWD

Capítulo 82

Los hombres y mujeres los guiaban a un contenedor.

Su grupo no tenía una buena historia con los contenedores, pero se sintió algo mejor cuando vio que ese solo funcionaba como una puerta.

El otro lado estaba lleno de basura.

Todo eran cosas de metal, algunas oxidadas, la mayoría. Colchones viejos. Desperdicio.

Por un momento se preguntó porque estaban así, entre montañas de basura, pero luego lo supo. Protección. Una de las monedas del nuevo mundo. ¿Quién se acercaría a estos lugares? Supuso que si conoces los pasillos lo suficientemente bien tienes una buena ventaja en una pelea. Ya sea contra vivos o muertos.

Aún así, se alegro porque su hermano no estaba cerca.

Otra cosa que llamó su atención es que todos vestían de negro. Algunos más despintados que otros, pero todos. Y también que parecían moverse sin rumbo, pero de una alguna forma estaban organizados.

Era orden disfrazado de caos, y le gustó la idea.

-¿Actúan de forma colectiva o tienen un líder?- dijo una mujer. Tenía el cabello lo suficientemente corto para que no tocara sus hombros con las puntas teñidas.

-Hola. Soy Rick Grimes.- dijo.- Pero, ella es mi hija, Alya. Hablará por nosotros hoy.

Alya estaba segura que escuchó mal, pero cuando volteó a ver a su padre y este le sonrió del lado supo que no era así.

¿Qué? ¿Por qué? ¡¿QUÉ?!

Mentiría si dijera que no quiso golpearlo en ese momento.

-Hola.- dijo Alya.

-Sus vidas nos pertenecen.- dijo la mujer.

Gran comienzo.

-¿Quieren recuperarlas?- dijo.- ¿Tienen algo?

-Ustedes tienen a uno de los míos.- respondió Alya.- Gabriel. Primero quiero verlo, luego hablamos.

¿Eso fue convincente? Oh, te juro papá...

La mujer asintió ligeramente con la cabeza.

Otra mujer de cabello rubio se movió detrás de ellos y comenzó a alejarse.

Alya miró a su padre y este le asintió ligeramente con la cabeza, como diciéndole "Bien dicho" cosa que solo la hizo enfadarse más.

La rubia, acompañada de una mujer más, trajo a Gabriel. El tenía su pantalón y una camisa blanca. Al verlos, ella le sonrió al igual que su padre.

-Las cosas que tomaron del barco cambiaron de manos.- dijo la mujer.- Las vimos y nos llevamos el resto. Luego nos lo llevamos a él.

-Entonces saben que no tenemos nada para darles a cambio.- dijo Alya, en ese momento trató de recordar todas las clases de economía y finanzas, incluso introducción a las ciencias políticas. Lo que sea que le ayudara a negociar.- Pronto, eso mismo tendrán ustedes: nada. Mi gente y yo ya somos victimas de ese grupo que tomó las provisiones del barco. Son los Salvadores. A ellos les pertenecen nuestras vidas. Y si nos matan, les estarán quitando algo a ellos. Y vendrán a buscarlo. Solo hay dos opciones cuando se trata de los Salvadores: te matan o se apoderan de tu vida. Pero hay una salida. Únanse a nosotros. Enfréntenlos con nosotros.

¿Fue demasiado?

La mujer la examinó con la mirada y luego sonrió divertida.

-No.- respondió.

Bueno, mierda. Tal vez sí.

Subió la mano e hizo un movimiento circular con su dedo índice. Las mujeres tomaron a Gabriel de nuevo y se lo llevaron.