What once was || TWD

Capítulo 49

Alya se ocultaba junto a Beth, de nuevo.

El sol comenzaba a caer y con el toda la poca seguridad que podían poseer. Habían tenido que estar esquivando pequeños grupos de caminantes que se dirigían a su antiguo hogar, pero poco a poco comenzaban a ser más y más.

Estaban pegadas a dos árboles, ocultas. Beth tomó una pequeña piedra y la lanzó a la izquierda haciendo que los caminantes cambiaran de dirección, siguiendo el nuevo sonido.

-Esos eran al menos doce.- dijo Beth separándose del árbol al que se habían pegado.

-Y presiento que no van a disminuir.- dijo Alya.

-Si nos seguimos parando así cada dos minutos no llegaremos a ningún lado, y no podemos pasar la noche aquí.

-Lo sé.- respondió Alya.- Tengo un plan, pero no te va a gustar.

-¿Nos hará avanzar?- preguntó Beth.

-Sí.

-Entonces lo haré.

-Espera un poco para decir eso.- contestó Alya.- Vamos, necesitamos encontrar un caminante.

Comenzaron a caminar de nuevo. Alya tenía ocho balas en su glock, pero al menos conservaba sus dos cuchillos. Se sintió como una estúpida cuando se dio cuenta que no se había quitado la mochila con la cámara.

Si tan solo hubiera cargado algo más útil.

No caminaron ni diez metros para oír a un caminante, ambas se quedaron en silencio y Alya se asomó para asegurarse que estuviera solo. Se acercó por su espalda y luego lo mató con su cuchillo.

-Ven.- dijo Alya poniendo el cuerpo boca arriba en el suelo.

Beth se acercó y se arrodilló a su lado, confundida. Alya miró su cuchillo azul por un segundo.

-Una vez mi papá y Glenn se vieron atrapados en Atlanta.- empezó Alya.- Todo el edificio estaba rodeando por caminantes, no podían salir y estaban quebrando las puertas.

-¿Qué hicieron?- preguntó Beth, presentía que no le iba a gustar la respuesta.

Alya tomó aire, subió sus mangas y luego clavó el cuchillo en la boca del estómago del caminante, después lo jaló hacía abajo hasta llegar a el pantalón. Beth volteó la mirada, asqueada; la castaña tuvo que resistir las ganas de vomitar.

-Se cubrieron con sus entrañas.- respondió Alya.- Y es lo que vamos a hacer.

Metió las manos en el cadáver empapándolas de sangre, luego se tomó un segundo antes de comenzar a mancharse los brazos.

-No dejes que toque tus ojos.- dijo Alya.

-Yo... no lo sé. No sé si deba.- dijo Beth mirándola.

Alya la miró a los ojos, luego tomó algo más de sangre para después comenzar a untársela a Beth, empezando en las manos hasta los codos, después puso un poco en sus mejillas y frente.

-Lo siento.- dijo en voz baja y luego se puso sangre en su rostro.- Vamos, ahora podemos avanzar rápido, si vemos a otro grupo solo lo atravesaremos con cuidado.

-¿Estás segura de que esto funcionará?

-¿Huelo a mierda?- preguntó, Beth asintió con la cabeza.- Entonces sí, estoy segura.

Se levantaron y comenzaron a avanzar de nuevo.

Caminaban juntas y en silencio, a la par y cuidando donde pisaban. Los arboles cubrían la poca luz de la luna haciendo el ambiente aún más oscuro