What once was || TWD

Capítulo 104

-¡Judith!- gritó Rosita mientras corría por el bosque.

-¡Jude!- llamó Laura.

Ellas, Aaron y Eugene habían salido junto a Judith poco después de la partida de Alya, estaba en el bosque con la esperanza de cazar algo; lo que resultó, porque Eugene llevaba cargando un venado en sus hombros. Pero estaban preocupados, ya que habían perdido de vista a Judith.

-¡Jude!- gritó Aaron.

-¡Estoy aquí!- dijo saliendo de los árboles.

-¿Estás bien?- preguntó Aaron preocupado mientras se acercaba, pero luego vieron a las personas detrás.

Eran cinco, un hombre y cuatro mujeres. Dos de ellas llevaban a otra, que parecía herida. Aaron se levantó de inmediato pasando a Judith detrás suyo.

-Los oí gritar.- explicó la pequeña.- Necesitaban ayuda.

-Unos enfermos tomaron nuestra guarnición.- respondió el hombre desconocido. Eugene dejó caer el venado para estar listo en caso de tener que pelear.- Le debemos la vida a la señorita Grimes.

-Aún necesitan nuestra ayuda.- dijo Judith tomando la botella de agua que Aaron cargaba.

Se la entregó a la mujer que lucía herida, tenía el cabello negro y lacio, además de una venda en la cabeza. La mujer a su lado era pelirroja y con el cabello chino.

-Jude, no podemos hacer eso y lo sabes.- le recordó Rosita.

-Pero...

-Oye...- dijo el hombre.- Hace mucho tiempo, incursioné en las artes culinarias...

-Luke.- lo llamó la mujer pelirroja.

-...y, con un poco de ayuda, puedo convertir ese ciervo en un excelente osobuco.- terminó Luke.

-Estofado.- dijo Eugene.- Nosotros hacemos estofado. Más combustible para las masas.

-¿Son más de ustedes?- preguntó la mujer pelirroja.

-Sí, muchos. Estamos rodeados de muros...

-Jude.- dijo Laura deteniéndola.

Aaron distinguió como los otras mujeres estaban hablando en lengua de señas, una lucía más joven pero eran algo parecidas.

-¡Ahí vienen!- advirtió la más joven volteando y distinguiendo a los caminantes.

Eugene se acercó primero con su cuchillo, sin mucho revuelo asesinó a los tres muertos que se acercaban.

-Vienen más.- avisó la misma mujer.

-Debemos irnos.- sugirió Laura.

-Necesitan comida, agua y medicamentos.- dijo Judith con la vista en Aaron.

-Jude.

-¿Qué haría mi hermana?- preguntó Judith.

-Definitivamente, esto no.- respondió Rosita.

-Bien, si ellos no vienen, yo tampoco.- sentenció Judith.

Aaron y Rosita se miraron. Ambos sabían las reglas, pero con él creía en lo que le había dicho a Alya en la mañana y tal vez esto ayudaría a producir un cambio.

-Vamos.- cedió.

-¿En serio?- dijo Luke sonriendo.

-Vamos.- dijo la mujer pelirroja ayudando la que estaba herida.

Pronto todos empezaron el camino de regreso a Alexandria.

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-Otra vez me veo en la necesidad de recordarles que lo que estamos haciendo viola expresamente los protocolos de seguridad vigentes.- dijo Eugene.