Capítulo 203

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V: ¿Brindamos o qué?

Abre la botella de vino que Martín ha insistido en traer. La mesa está llena de bandejas de sushi.

V: Quería prepararos algo casero, pero esa cosa que tienes ahí no me ha dado tregua.

Señala a Carla que duerme plácida en mis brazos.

- Eres una exagerada, si es un angelito.

V: Es la primera vez que está en silencio en diez horas.

Se queja.

V: Y vamos a brindar por ello.

Levanta su copa. Martín la imita.

V: Faltas tú, nena.

- Vero, yo canto en dos días.

+ Justamente, en dos días, no dentro de un rato.

Se alía a mi mejor amiga.

V: Martín, ya me caes bien.

Se impacienta a que me una a ellos.

V: Venga.

- Solo voy a mojarme los labios.

Cedo.

V: Rosa no va a enterarse si pillas un pedo tampoco.

+ ¿Que a ti tampoco te gusta Rosa?

Pregunta con gesto triunfal. Serán marujos.

V: Que va, tiene a mi mejor amiga convertida en un militar que vive por y para estar siempre perfecta en el escenario, pero en su vida, ya podría joderse.

- Que bruta eres.

+ Creía que solo te ensordecías conmigo.

Se encoge de hombros dándole la razón. No sé por qué todos se empeñan en difamar a mi manager. Estoy donde estoy gracias a ella.

V: No, corazón, se lo decimos todos, pero te pillaste por la mas cabezota de España.

Me burla.

V: Trae, voy a llevarla a su cuna y cenamos.

Me quita al bollito de ocho meses que succiona su chupete sin enterarse de nada.

- Buenas noches, princesa.

Beso su moflete antes de cedérsela a su madre.

Martín acaricia su cabecita y Vero se la lleva. Miro el sushi devorándolo con los ojos y luego salgo al jardín.

+ Que bien se está aquí.

Me abraza por detrás.

- Veo que habéis hecho buenas migas.

+ Es muy maja.

- Y loca.

Agrego. Me gusta que se lleven bien.

+ Quiero que disfrutes de la cena.

Me pide cambiando el tema, aprovechando nuestra intimidad.

+ Y de estos días.

Me giro para verle.

+ Come sin culpa, una copa no te va a hacer daño, y diviértete sin que te sientas traicionando tus principios.

En un par de palabras enumera mis preocupaciones.

+ Si disfrutas como una niña no vas a dejar de dar un pedazo de show el viernes ni vas a coger peso por un poco de sushi.

- A veces me asusta que me conozcas tanto.

Sonríe colocándome algunos mechones de pelo tras la oreja.

+ Pero lo hago.

Con la punta de su nariz acaricia la mía.

+ Y si estamos aquí merece la pena que estos días sean una pasada sin que tengas que limitarte en cosas que tanto te gustan, ¿no crees?

- Es difícil pensar así cuando llevo once años centrada únicamente en que el siguiente concierto tiene que ser mejor que el anterior.

Me excuso. Yo planeaba charlar sin que nos den las uvas, intentar rescatar de cada roll lo que no sea arroz y tomar un poco de agua. Estoy acostumbrada a las exigencias de mi carrera y no tengo quejas.

+ Pero nunca es tarde para aprender.

Me recuerda sabiamente.

+ Y gozar las cosas simples de la vida no va a estropear nada, solo te va a hacer más feliz.

Me inclino a besar sus labios, disfrutando del baile que hacen nuestras lenguas.

V: Que envidia me dais...

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora