Narra Malú
Me despierto sobresaltada. Verónica me está sacudiendo.
V: ¡Malú!
Me llama al notar que despierto. Miro a mi alrededor. Estoy en mi habitación, sentada en mi lado de la cama y a pesar de la penumbra, puedo ver que todo está en su lugar. Pestañeo repetidamente intentando diferenciar qué ha sido un sueño y que es realidad.
V: Eh, nena, aquí.
Reclama mi atención.
V: Estabas soñando.
Confirma.
V: O teniendo una pesadilla.
Ni yo misma sabría decir cuál es la acertada.
- ¿Qué día es hoy?
Pregunto ligeramente confundida.
V: Miércoles.
Constata.
V: Mañana es tu primer palacio de los deportes.
Me recuerda. Llevo días demasiado nerviosa. Igual es eso lo que me ha hecho tener sueños tan raros últimamente.
- Sí.
Le doy la razón con un hilo de voz y miro hacia el lado izquierdo de mi cama. Está vacío.
V: ¿Le echas de menos?
- Sí... mucho.
Sentencio con convicción. No puedo permitir que Vero sospeche de mis dudas. Ni mucho menos permitirme tenerlas por una historia que no ha llegado a existir.
V: En unas horas estará aquí, para verte brillar.
Asiento con una sonrisa falsa.
- Debería estar ahora aquí, durmiendo a mi lado y calmando mis nervios.
Reclamo, culpando a su ausencia por poner en jaque mi vida con la película que se ha creado mi subconsciente.
V: Ya... no es su culpa que la tormenta en Miami le haya hecho perder el vuelo.
Ha tenido que coger otro y ahora mismo estará atravesando el cielo.
- Ya...
Le doy la razón, pasándome las manos por la cabeza.
V: ¿Quieres contármelo?
Me invita a hablar.
V: El sueño.
Atrapa una de mis manos entre las suyas.
V: Te ves agobiada.
- Fue tan real.
Resoplo.
V: Tranquila...
Me transmite calma.
V: Lo único real es que estamos en tu casa.
Me sonríe compasiva.
V: Que tu ahijada me ha dado guerra toda la noche y que lo que sea que te haya puesto así, no existe. Que mañana vas a dar el concierto más importante hasta ahora y que lo vas a petar porque has vendido todas las entradas.
Me mira orgullosa. Es la mejor amiga del mundo.
V: Venga, vamos a por un vaso de leche y me cuentas todo.
- No me apetece.
Niego.
- Quiero quedarme aquí.
V: Vale.
No pone pegas.
V: ¿Vas a poder dormir?
Me encojo de hombros deseando acurrucarme en los brazos de... Suspiro consternada al ser consiente como realmente quería que fuesen los brazos de aquel desconocido.
- Tenía un accidente.
Empiezo a contarle el sueño desde el final.
- Un coche me sacaba del carril y las heridas eran graves, por lo que los médicos decidían sedarme.
V: Vaya.
Acaricia mis manos compasiva.
V: Una pesadilla, Malú. Nada más.
No se rinde en poder tranquilizarme.
- Sebastián mandaba a ese coche.
Ignoro sus palabras y continuo con mi historia.
- No era capaz de permitir que Mateo y yo fuésemos felices juntos.
V: Nena, ¿quién es Mateo?
Contadme que pensáis!!
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Todos los secretos (Segunda parte)
RomanceUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar