Narra Mateo
+ No.
Niego rotundamente. No sé si su intención es aplazar conciertos o darse la paliza de viajar después de uno y volver para otro como ella misma propuso hace unos minutos, pero en cualquiera de los casos, junto toda la fuerza de voluntad que poseo para rechazar su compañía, aunque nada me apetece más que aceptarla.
- Nene, siempre he sacrificado todo por mi carrera.
Expone.
- Y creo que va siendo hora de priorizar lo que siento, y a la persona que quiero.
El corazón se me llena de calor al escucharla.
+ ¿Sabes que eres lo más bonito que me ha dado la vida?
La miro sincero y sonrío enternecido cuando sus ojitos de inmediato bajan al suelo. Es demasiado tímida para recibir cumplidos.
+ Pero no voy a permitirlo, mi niña.
Va a protestar, pero la callo con un beso.
- Cariño, quiero estar contigo en este viaje tan difícil, transmitirte calma, darte mi apoyo y ayudarte en lo que pueda.
+ Lo harás.
Asevero convencido. Tan solo conocer sus intenciones me proveen de gran parte de ese apoyo y calma que solo ella consigue en mí.
+ Porque vamos a hablar muchas veces por día, y voy a contarte cada detalle, como si estuvieses allí conmigo.
- Pero...
+ No, reinona.
Es una cabezota, pero yo también puedo ser un testarudo.
+ Yo ya me siento tu prioridad, y te lo agradezco enormemente, pero no puedo permitir que sacrifiques tu trabajo por venir conmigo a Miami.
- Mateo...
Resopla buscando más argumentos en su cabeza.
+ Si vienes conmigo vas a hacerme sentir culpable por todo lo que implica que tú cojas un avión ahora...
Le explico consiguiendo que piense dubitativa por unos instantes. Creo que lograré que ceda.
+ Anda, dime que vamos a llamarnos mucho y que estarás bien aquí.
Le ruego.
+ Luciendo la sonrisa más bonita del mundo, cada vez que subas y bajes de un escenario.
- No es justo, porque si no voy contigo la que va a sentirse culpable soy yo.
Protesta de morros.
+ Pero yo lo he dicho primero.
Me río por su gesto quejica.
+ ¿Prometido?
- Voy a intentarlo.
+ No se vale hacer trampa.
Advierto.
+ Y ahora vamos a dejar este tema, porque me pareció hace un rato que querías que te quiera mucho toda la noche, y los minutos se están pasando.
Digo con tono juguetón mientras acaricio su cintura por debajo de la camiseta ancha a rayas que la viste. Un escalofrío la recorre y nada tiene que ver la temperatura, lo que me hace sonreír orgulloso.
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Todos los secretos (Segunda parte)
RomanceUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar