Todos los secretos (Segunda parte)

Capitulo 335

Le miro sin entender.

+ ¿Quiénes somos todos?

Empiezo preguntando confundido.

+ ¿Y por qué nos tiene que pasar algo, en plan, él que?

M: Es que pareciera que el mismísimo cupido ha venido a flechar a la gente.

Me hace reír. Será gilipollas.

M: Nada, tío, es que ayer he conocido a una chica que..

No le dejo acabar la frase.

+ ¿Michael ligando con una desconocida?

Le miro desconcertado.

M: Mira que idiota eres.

Me acusa.

M: No estaba ligando.

Aclara.

M: Ni tampoco es mi tipo.

Asegura.

M: Aunque perfectamente podría ser el tuyo.

Me señala.

M: De hecho, igual es ella el amor de tu vida y no la que está por llamarte.

Vuelve a hacerme reír.

+ Ya, vale.

Ruedo los ojos y le sigo el royo.

+ Pues, ¿cómo la has conocido y por qué no me las has presentado?

M: Una de mis causas.

Carcajeo. Es un tipazo que vive defendiendo a los más débiles, pero eso mismo le lleva a tener muchas historias a las que yo de coña les llamo causas benéficas.

M: La conocí huyendo del sexo con su novio.

Su cara de asco al recordarlo me confirma que ha sido una de sus causas.

M: Y la verdad la chica es muy maja y guapa.

Admite.

M: Debería presentaros.

+ Además de abogado y líder de causas benéficas te convertirás en celestino.

Le vacilo haciendo que los dos nos riamos.

+ Pero paso.

Renuncio incluso a conocerla aunque solo sea de broma.

Narra Malú

Son más de las nueve cuando Iñaqui y yo damos por acabada la sesión en el estudio. Hemos hecho muchas tomas de una canción y me hace ilusión oír el resultado. Esta quedando súper bien. Me ha costado un mundo centrarme únicamente en la música, pero el buen rollo que tenemos ha ayudado, aunque ahora vuelvo a estar sola, recorriendo con mis dedos aquella tarjeta de presentación que empieza a estar gastada de tanto tenerla en mis manos y las dudas de que hacer me consumen. Ojalá pudiera vencer mi timidez y llamarle sin más.

En cualquier caso, lo primero que tengo que hacer es encontrar un sitio donde pasar la noche. No me apetece dormir con Sebastián.

Enciendo un cigarro y busco en mi móvil algún hotel que pueda reservar para hoy mismo. Estoy en ello cuando una llamada me interrumpe.

- Hola, Sebas.