Capítulo 291

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+ Malú.

Vuelve a llamarme cansado.

- ¿Cuándo te vas?

Pregunto manteniendo la compostura. No pienso romperme. No frente a él.

+ El jueves.

- Es domingo.

Le recuerdo. Ni una semana falta para que se marche.

+ No he pagado el billete, puedo buscar otro.

Asegura conciliador.

+ Si prefieres que espe...

- No.

Interrumpo sin interés en escuchar su oferta. Si va a irse que lo haga cuanto antes.

+ Vida...

Intenta acercarse a mí, dulcemente, pero no quiero tenerle cerca ahora.

- Tendrás morro...

Comento por la bajini. Que fácil es llenarse la boca con motes súper cukis, te quieros y demás.

+ Te estás pasando, Malú.

Resoplo entendiendo que me ha oído.

+ ¿Tú crees que a mí me apetece hacer este viaje?

Me recrimina irritado.

+ ¿Qué será fácil convencer al gilipollas de mi hermano que se ha cargado su vida y la de los que le rodeamos por su jodida adicción de venir aquí?

Suspira amargamente.

+ Ver a mis padres, seguramente a Sebastián, e incluso al mismo Alex...

Protesta.

+ Nada me gustaría más que quedarme aquí contigo, o egoístamente pedirte que postergues tus conciertos y aceptar que cumplas con la promesa de acompañarme a pasar por esta mierda a la que realmente no me apetece enfrentarme solo.

Farfulla.

+ Pero estoy pensando en lo mejor para ti, renunciando al apoyo que me das y a lo fuerte que me haces sentir cuando estoy a tu lado, porque tu carrera me parece suficientemente importante como para priorizarla frente a mis ganas de llevarte conmigo.

Le miro silenciosa. Me ha dejado sin palabras.

+ ¿De verdad piensas que no te incluyo en este viaje porque me faltan ganas?

Cuestiona asombrado.

+ ¿O que cuando te digo que te amo no lo hago con locura?

Parece decepcionado.

+ Joder, no te haces una idea de la falta que vas a hacerme.

Se queja.

+ Porque voy a echarte de menos, sí.

Admite afligido.

+ Besarte, tocarte, sentirte.

Enumera.

+ Pero especialmente me va a hacer falta la tranquilidad que me transmites solo con entrelazar nuestros dedos al enfrentarme a una charla difícil. La calma que me das con una caricia cuando seguramente no me queden más fuerzas para argumentar contra Alex. La serenidad que me aportaría tu risa fresca cuando vuelva agotado después de un día largo de discusiones indeseadas.

Sus palabras me conmueven por completo.

+ No me voy de vacaciones, Malú. Evitaría este viaje de cualquier forma posible, y llevarte conmigo me reconfortaría tanto.

Expone.

- Lo siento.

Me disculpo recapacitando.

- No pienso nada de lo que he dicho.

Aseguro.

- Es que te voy a echar mucho de menos.

Prometo haciéndome pequeñita.

- No quiero estar tres semanas lejos de ti.

Confieso sin mirarle. Todavía me da vergüenza admitir que lo necesito y que ya no soy tan independiente como me creía.

+ Ni yo de ti.

Asevera. Me acerco cauta a él. Temerosa de ser rechazada por nuestro desencuentro, pero cuando mis manos atrapan su rostro acariciándole, cierra los ojos, disfrutando del tacto, lo que me impulsa a ponerme de puntillas para alcanzar su boca.

- Voy a ir contigo...

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora