Capítulo 231

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V: Ahora vengo.

Anuncia corriendo escaleras arriba. Carla llora. Yo me levanto a por un vaso de agua.

- Joder, Verónica, que te he dicho que la tires.

Me quejo encontrando la rosa en un florero y una nota al lado. La leo como todas, pero esta vez no me veo capaz de deshacerme de ella.

Suspiro arrastrándola a mi pecho. ¿Por qué tenías que hacerme tanto daño, Mateo?

El móvil de Verónica suena en el salón. Corro a comprobar de quien se trata, pero la decepción vuelve cuando no es su nombre el que veo en la pantalla. ¿Y si de verdad ha pasado algo?

...

..

V: Cálmate, culo inquieto.

Vamos en el coche. Esta noche tocamos en casa. Es el segundo palacio de deportes de esta gira, y los nervios me matan.

- Manu, para.

Ordeno sin dar crédito a mis ojos.

M: ¿Qué pasa, jefa?

- Yo a esa niña la conozco.

Solamente la vi en camerinos en Toledo, pero esos ojos claros no se olvidan. Y Mateo lleva su foto como fondo de pantalla en su móvil. Jamás podría pasar desapercibida.

V: ¿Qué niña?

Mira a su alrededor.

V: ¿Quién es?

Pregunta observando a la pequeña que pide limosna en un semáforo.

- ¡Eva!

Me bajo corriendo a por ella sin dar respuesta a mis acompañantes.

E: ¿Malú?

- Cariño, ¿que haces aquí, pidiendo dinero?

Cuestiono.

- ¿Dónde está tu tío?

E: No lo sé.

Se larga a llorar.

E: Dicen que si se acerca a mi jamas volveré a vivir con él.

Llora amargamente.

E: Le echo de menos.

Sus jipíos me rompen.

E: Y tengo hambre.

Se queja sin frenar sus lágrimas, que arrastran la mugre de su cara.

- ¿Desde cuando no comes?

E: Desde que me escapé.

- ¿De dónde, Eva?

Pregunto sin entender nada.

E: En la casa donde estaba le pegaron a una de las chicas y tuve miedo que también me pegaran a mí.

Me cuenta entre sollozos.

E: Quiero volver a estar con Mateo.

Se abraza a mi como tabla de salvación.

- ¿Pero que dices, Eva? ¿Qué casa? ¿A quién han pegado? ¿Te han hecho daño a ti? ¿Por qué no vives con tu tío? ¿Desde cuando estas sola?

Una retahíla de preguntas sale por mi boca. Los cláxones no paran de sonar. Miro a Manu, que también me apura.

- Ven aquí.

Tiro de su mano empujándola al coche conmigo.

- Ahora sí.

Sentadas en los asientos de atrás busco respuestas.

- ¿Que está pasando, Eva?

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora