Capítulo 327

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- Bueno, ¿qué?

Le miro divertida. Ya nos han servido nuestras copas. Estamos sentados en la barra y no hemos dejado de conversar. Parece un buen chaval.

- Cuéntame algo de ti.

Le pido. Igual esta noche salgo de aquí con un nuevo amigo.

?: Pregunta lo que quieras.

- ¿A que te dedicas?

Menuda gilipollas, me regaño a mi misma. Me he puesto nerviosa y no he sabido que más preguntar.

?: Soy abogado.

Doy un sorbo a mi copa.

?: Tengo la suerte de poder permitirme elegir los casos que defiendo.

Me cuenta.

?: Y me gusta defender a los más débiles.

- Que guay... ¿o sea que eres algo así como un idealista empedernido?

Suelta una carcajada que me contagia.

?: Nunca me habían llamado así, pero digamos que sí... lo soy.

- Mis dieces.

Le alago. No sé si realmente es así de bueno o finge serlo, pero parece honesto.

?: ¿Puedo preguntarte algo ahora yo?

- Miedo me das.

Prometo accediendo.

?: ¿Por qué prefieres estar aquí conmigo y no con quien sea que hayas salido esta noche?

- Tu no te cortas ni na'.

Suspiro dudando si contestar con la verdad o no. Necesito desahogarme y puede que un completo desconocido sea mi mejor aliado. Termino mi copa de un solo trago.

- Salí para estar sola y poder pensar en cómo volver a decirle a mi novio que no me apetece follar esta noche tampoco.

Suelto todo en una verborrea.

?: ¿Y por qué no se lo dices así, tal cual?

- Ya hemos discutido por eso. Llevo varios días sin querer estar con él y hoy se ha enfadado. Creía que después de tomar algo con sus amigos iba a apetecerme, pero para nada.

Confieso algo avergonzada.

?: Te está violando

Sentencia espantado.

- ¡No! No, claro que no.

?: Obligarte a follar aunque sea con tu consentimiento también es violarte.

Asevera mirándome serio.

- No me obliga.

Me defiendo, aunque empiezo a sentir un nudo en la garganta.

?: Te manipula para que creas que el problema es tuyo.

Mis ojos se encharcan. Esto no había pasado antes, pero escuchar lo que ha ocurrido hoy de la boca de otro lo hace sonar fatal.

?: Tienes que salir de ahí.

- No.

Me recompongo.

- No me hace daño, ni me viola, ni nada de lo que dices.

Le defiendo.

- Solo es mi chico y me tiene ganas. ¿Acaso tú nunca has sentido deseo por una mujer?

?: Casi todos los días, pero jamás estaría con alguna si no tenemos los dos las mismas ganas de sentirnos.

Asegura dejándome en silencio.

- Creo que es hora de volver.

Miro hacia afuera. De aquí puedo ver a Sebastián y a los chicos reírse. Están sentados junto a la ventana. No parecen echarme de menos.

?: Ten mi número.

Lo anota en una servilleta.

¿?: Prométeme que vas a llamarme si te lastima o necesitas ayuda.

Asiento levemente con la cabeza y le tiendo la mano para despedirme.

- Gracias por escucharme.

Digo bajito.

- Y por la copa.

Ha pagado él.

?: La única forma de agradecerme de verdad es que te cuides y no entres en una relación de la cual después te sea súper difícil salir.

Asiento y doy un par de pasos hacia la salida, pero pocos segundos después retrocedo.

- Oye... ¿no piensas decirme tu nombre?

?: ¿Tienes otros cinco minutos?

- Tres.

Contesto mirando otra vez hacia el bar de enfrente. Podría quedarme otros veinte y probablemente ni se darían cuenta.

?: Pues nada, a ver si lo adivinas, así será más divertido.

- Anda ya.

Me río. Como si no hubieran nombres en el mundo y pretende que lo descubra en tres minutos.

?: ¿Tan rápido de das por vencida?

El no sabe que yo no conozco esas palabras y no se me da nada bien que me desafíen.

- Eso jamás. Solo dame una pista.

?: Empieza con M.




Bueno, que?? Jijiji
Contadme que pensáis

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora