Capítulo 217

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J: Voy a intentarlo.

Me quedo conforme. Nadie podría querer ayudarme más que él.

- Gracias.

Miro hacia arriba y con las manos me doy algo de aire. Las lágrimas vuelven a amenazar.

J: Ven aquí.

Abre sus brazos para recibirme.

- No me merezco esto.

Sollozo.

J: No.

Me da la razón, dejando un beso cariñoso en mi pelo.

- Sebastián me arruinó la vida, José.

Me rompo otra vez. Creía que después de dejarme nada podría ser peor, pero luego ha venido lo de mi padre, y ahora... ahora me han arrancado el corazón del pecho sin anestesia.

- Diez años sin sentir nada, y el único hombre que ha sido capaz de derribar mis barreras, fue contratado por él.

J: La vida a veces es muy puñetera.

Valora.

J: Pero, Malú, has vuelto a enamorarte.

Me recuerda.

J: A pesar del dolor, quédate con eso.

Me mira compasivo.

J: Creías que nunca ibas a volver a sentir, y...

- Ojalá no haberlo hecho.

Maldigo interrumpiéndole.

- Querer duele demasiado.

J: Los momentos bonitos hacen que merezca la pena.

- No.

Asevero.

- No cuando el dolor es mucho mayor que esos momentos bonitos.

Algunos se estrellan en mi mente. Mi cumpleaños en el parque te atracciones, la noche que fuimos a jugar al billar, o aquella que no paramos de reírnos jugando al parchís. Me arde la piel cuando recuerdo la manera en que hacíamos el amor, en que sus besos alimentaban mi alma, en que sus caricias me estremecían tanto que me hacían delirar.

- Voy a darme una ducha.

Me excuso corriendo a mi habitación. Necesito llorar sola.

Narra Mateo

Vuelvo a casa después de demasiadas horas en el hospital. Malena se ha ocupado de Eva, y yo tendré que enfrentarme a Sebastián, pero ahora lo único que necesito es una ducha. Estoy abriendo el grifo cuando el móvil me retrasa. Joder, es José.

+ José.

J: Martí... Mateo.

Se corrige.

+ ¿Cómo está Malú?

J: Tendrás valor para atreverte a preguntar por ella, cabrón.

+ José, te juro que puedo explicarlo.

Prometo.

+ La amo, nunca he mentido en ello.

J: Agradece que no te tengo delante.

Advierte.

J: Y asegúrate que no lo haga, porque te faltara mundo para correr.

+ José...

Merezco su odio, es su hermana y me parece hasta bonito que quiera protegerla, pero joder, yo no quiero hacerla daño.

J: Mateo, sí te he llamado no es para saludar.

Evita cualquier posibilidad de explicación.

J: Malú no quiere verte, estás fuera del equipo.

Suspiro abatido, aunque no sorprendido.

J: Tu verás lo que le dices a todos, pero ni se te ocurra aparecer el viernes en el concierto.

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora