Capítulo 236

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+ No va a creerme.

Me mira confundida.

+ Un aborto se demuestra con el parte médico.

Explico.

+ Una adopción con el papeleo legal.

Cae en lo que digo, llorando frustrada.

+ Pero no tengo como demostrar que tu secreto es verdad.

La hago ver.

+ Se pensará que me lo estoy inventando, para recuperar a Eva, y al final, Sebastián tendrá lo que quiere, y yo las habré perdido a las dos.

Solloza vencida.

+ Voy a recuperar a Eva.

Repito mi promesa.

+ Y también a ti.

Me inclino lentamente, buscando el roce de sus labios, sintiendo el tiempo ralentizarse cuando nuestras bocas se tocan tan ligeramente que parece imperceptible.

- No.

Musita, alejándose silenciosa.

- Cuidaré de Eva mientras estén en casa.

Su barbilla tiembla.

- Pero si quieres saber de ella, comunícate directamente con Verónica.

Se aleja de mí, encerrándose en el baño, y desde donde estoy puedo escucharla llorar.

+ Malú.

Doy unos golpecitos en la puerta.

+ Ábreme... por favor.

Suplico.

- Mateo, vete.

Me pide con la voz rota.

Narra Malú

Sin salir del baño escucho a Eva volver a mi camerino junto a Vero y Manu.

E: Mateo hoy voy a dormir en casa de Malú.

Le cuenta entusiasmada, enterneciéndome.

+ Ya, pero eso tiene que ser un secreto, princesa.

E: Ya lo sé.

+ ¿Vas a portarte súper bien?

E: Te lo prometo.

Decido salir. Los ojos de todos los presentes se clavan en mí.

E: Te trajimos eso.

Señala un plato repleto sobre el tocador. Creo que podría vomitar solo de pensar en probar bocado.

- Gracias.

Le sonrío.

- En un rato me lo como.

V: ¿Nos vamos?

- Sí.

Mateo se despide de la niña de una manera tan tierna que si no me centro en otra cosa me voy a ablandar. No merecen estar separados.

+ Gracias a los tres.

Nos mira totalmente sincero. Nosotras nos subimos al coche con Manu. Un poco después llegamos a casa. Eva observa todo con ilusión.

- Venga, pequeñaja, vamos a la cama que estarás agotada.

Son casi las tres de la madrugada y lleva un día repleto de emociones.

E: ¿Me acompañas?

De repente aflora aquella timidez que la caracteriza.

E: Tengo miedo, y echo de menos a Mateo.

- Sí.

Acepto suplicándole a Vero con los ojos que me espere un poco más. Necesito hablar con ella.

E: ¿Te cuento un secreto?

- A ver.

E: Pero no se lo digas a nadie, o mi tío va a regañarme por bocazas.

Me hace reír.

- Te prometo que solo lo sabremos tú y yo.

E: Mateo está enamorado de ti.

Me cuenta haciendo que se me forme un nudo en la garganta.

E: Lo escuché cuando se lo decía a Male.

Bosteza y los ojitos se le cierran, cargados de sueño.

E: Que te quiere a rabiar y que eres la mujer más bonita del mundo.

Parece citar sus palabras.

E: A mi me gustaría que fueseis novios.

Alcanza a decir antes de caer completamente frita.

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora