Capítulo 202

105 12 4
                                    

+ Cabrona te juro que me la vas a pagar.

Prometo antes de bajar del coche. La muy capulla no ha hecho más que provocarme todo el trayecto consiguiendo que mi amiguito tenga una gran alegría y juro vengarme de ella.

- ¿Pero yo que he hecho?

Pregunta inocente con carita de no haber roto un plato en su vida.

+ Luego no te quejes.

Advierto. Me la voy a cobrar.

- Yo nunca me quejo.

Asegura estampando sus labios contra los míos y buscando meter su mano donde no debe.

+ Quieta ahí, fiera.

La paro. Demasiado he aguantado en el supermercado cuando hemos ido a por una botella de vino para no llegar aquí con las manos vacías.

+ Que pretendo conocer a tu amiga con dignidad.

Sentencio.

+ Así que te calmas y me dejas hacerlo a mí.

Propongo la opción más sensata.

+ O voy a empotrarte ya mismo en el coche y Verónica si que tendrá motivos para mal pensar.

Su carcajada parece hacer de timbre, porque pocos segundos después la valenciana aparece para abrirnos la puerta.

V: Por fin estáis aquí.

Narra Malú

- ¡Vero!

V: ¡Nena!

Me echo a correr a los brazos de mi amiga que me reciben y me estrechan con fuerza. Llevaba sin verla desde que vine aquí a escaparme y acabé por volver la misma noche a Madrid en busca del chico que hoy traigo como mi novio.

V: Pero que delgada estas.

Me analiza.

V: Ya veo que estás quemando muchas calorías.

Mira a Martín con guasa, que se ha quedado atrás, permitiendo que tengamos nuestro reencuentro.

- Tu no cambias.

Me quejo dándola por perdida.

V: Estas guapísima.

Zanja.

- Tu también.

Aseguro.

- ¿Y mi niña?

Pregunto por mi ahijada, no me aguanto las ganas de verla y comerme a besos sus mofletes regordetes de bebé.

V: Esta dentro, pero primero preséntame a tu churri.

Me hace reír.

- Esta nervioso.

Advierto. Dice que le hace ilusión conocer a mi mejor amiga, pero estoy segura que le tiene más miedo a ella que a mi madre.

- No le espantes ni le agobies.

Pido. No dudo que cuando entren en confianza se llevaran bien.

V: Martín.

Se acerca a él y le saluda con dos besos.

V: Yo soy Verónica.

+ Un placer.

Le devuelve el gesto, cortado.

+ He escuchado mucho de ti.

V: Yo te ti he escuchado más, créeme.

Joder esta tía no se filtra.

V: Pero desde hace un tiempo solo cosas buenas.

- Te dije que era directa.

Río flojito rogando por que no se enfade. Vero es mi confidente y es cierto que a veces le he puesto a parir, pero no contaba con que la cabrona fuese a acusarme. Su sonrisa me tranquiliza y la manera en que entrelaza nuestros dedos me devuelve la seguridad.

+ Yo no sé si puedo decir lo mismo.

Nos hace reír, rompiendo el hierro con humor.

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora