• Te conviene que lo esté.
Advierte dejándome perplejo.
+ ¿Qué?
• Recupérala, Mateo.
Ordena.
• Y averigua si ese bebé llegó a nacer.
+ Sebastián, yo no puedo...
• Quiero que me digas donde está mi hijo.
Le vale lo que intento decirle.
+ No voy a hacerlo.
Me enfrento a él.
+ No sé si ella está enamorada de mi, pero yo estoy hasta las trancas, y no pienso volver a mentirle, ni tampoco traicionaría su confianza.
• Si no la traicionas a ella, me traicionas a mí.
+ Ella no me está pidiendo que te haga nada a ti, tú si me pides que le haga daño a ella.
Marco la diferencia.
• Y si me traicionas a mi...
Ignora mi argumento.
• Traicionas a Alex... y a la pequeña Eva.
Un nudo se me forma en la garganta.
+ Deja de amenazarme con Eva, joder.
Maldigo.
+ No voy a seguir investigando a Malú, Sebastián.
Sentencio sin titubear.
• La ex de un amigo está prohibida para siempre.
Dicta unas leyes no escritas, pero conocidas para todos.
• Y estoy dispuesto a perdonarte, pero no me hagas enfadar.
+ Te estás convirtiendo en un puto caprichoso que consigue lo que quiere por su nombre, tal como hacía tu padre.
Arremeto apelando a que eso le haga cambiar de idea.
+ ¿No lo odiabas por ello?
Reclamo.
+ ¿De verdad pretendes seguir el ejemplo Ortega que te jodió la vida?
Le hago reflexionar.
+ ¿Dónde está ese chaval que cuando teníamos veinte años se convirtió en mi mejor amigo? ¿Ese tío sensible que odiaba la manera en que sus padres conseguían todo con poder? ¿el que juraba no convertirse en alguien así?
Critico sus maneras. Lleva años siendo otra persona, no aquel que se ganó mi confianza.
+ Quiero creer que ese Sebastián todavía existe.
Me mira mudo.
+ Porque el que lleva tiempo de traje sin importarle nada más que sus propios objetivos da asco.
Prometo.
+ Y pena.
Aseguro.
+ Ojalá no me quites a Eva por estar enamorado de Malú.
Pido con tono firme, aunque en realidad no es más que una súplica de quien siente su vida pendiendo de un hilo.
+ Porque una criatura de siete años no merece sufrir porque tú y yo no sepamos entendernos.
Afirmo.
+ Pero debes saber que no voy a seguir con las farsas.
Remarco sin posibilidad de apelaciones.
+ Siento haberme enamorado de ella. Eres mi amigo y Malú tu ex.
Admito mi error, pero no puedo contener más lo que siento por ella.
+ Sé que la quisiste de verdad y que la que fue novia de un amigo no se toca, pero me tiene loco, Sebastián, y no pienso renunciar a ella.
Su silencio es ensordecedor.
+ Y si tengo que luchar con uñas y dientes por darle lo mejor a Eva, voy a hacerlo.
Aseguro.
+ Pero no voy a traicionar a Malú.
Repito.
+ Y mucho menos a mí.
ESTÁS LEYENDO
Todos los secretos (Segunda parte)
RomanceUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar