Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

XXXVII

Pasaron las horas y comenzaron a entrar los rayos de sol a la prisión. Se iluminaba como nunca antes; la luz que entraba te dejaba ciega, no podías abrir los ojos. Alguien se inclinó frente tuyo para poder darte algo de sombra, era Hershel.

— ¿Cómo estás? — tú te tapaste la cara con la almohada —. Vamos, debes desayunar y tendremos que decidir respecto a la unión del otro grupo.

— ¿Nosotros? — gruñiste —. Rick será el que decida.

— Podríamos quitarle un poco de peso a Rick, debemos ayudarlo a decidir; somos una comunidad.

— Hershel, ¿quieres ser líder del grupo?

— ¿Qué dices, mujer?

— No, no, hablo en serio. Lo conversé ayer con Carl — te sentaste junto a él —. Digamos que él me ofreció el cargo, pero en estas condiciones no puedo hacerme cargo ni de mí misma y si no lo estuviera tampoco lo aceptaría. Grimes ha tomado decisiones difíciles que nadie más se ha atrevido a hacerlas, creo que yo sería un caos.

— No lo creo, lo has llevado bien.

— Me gustaría que fueras tú quien lo reemplace.

— Estoy muy viejo y con una pierna postiza.

— Tú puedes, eso no te imposibiliza — sonreíste y le abrazaste, lentamente Rick apareció en la celda.

— ¿Cómo estás?

— Mejor que ayer, aunque me sigue doliendo los costados y las piernas.

— ¿Pueden salir un poco? Quiero que hablemos sobre los cuatro que llegaron.

— Sí — extendió su mano y tú la aceptaste, hizo una pequeña fuerza y te levantó —. Gracias, jefe.

— ¿A mí no me ayudas? — Greene lanzó una risa para luego pararse. Rick tomó tu brazo, lo pasó por su cuello y te ayudó a desplazarte hacia el comedor. Hershel les siguió con un paso calmado. Allí estaban todos, incluida Carol que evitaba mirarte, sentiste una gran culpa en tu pecho; era como un gran puñal.

— ¿Quieres un poco de té? — Maggie se acercó a ti, te hizo un leve cariño en la espalda.

— Bueno — le sonreíste y acariciaste su brazo.

— Ahora que estamos todos — dijo Rick —. Debemos decidir... — miró hacia la escalera, tú le seguiste la mirada y no había nada en el lugar. De un momento a otro, él estaba más pálido.

— ¿Rick? — preguntaste.

— Debemos decidir si deben quedarse, yo creo que... — tapó su rostro. Tú giraste para ver a Hershel —. No está ahí. No es posible.

— Rick, ¿está todo bien? — preguntó el viejo Greene.

— No, no... no pueden quedarse...

— ¿Por qué? Rick, piensa en el beneficio... — intentaste convencerlo, pero él estaba perdido. No miraba a nadie en específico, solo la escalera y negaba reiteradas veces con su cabeza.

—  No... — se alejó a la otra esquina de la prisión —. No estás ahí.

— Rick — te paraste rápidamente, olvidando los dolores y punzadas que sentiste, y te dirigiste donde él estaba. Tomaste su rostro —. ¿Qué pasa?

— Dile a Lori que se vaya, ____ — susurró mientras cerraba sus ojos fuertemente —.  Dile que se vaya.

— Rick... ella no está — sentiste como tu pecho se apretó al ver unas lágrimas corriendo por las mejillas de Grimes —. Rick... — él se fue corriendo de la prisión.