Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

48. Me gusta para ti

- Antes que llegaras, Daryl me daba miedo – ambos rieron – era raro, silencioso y poco amigable. Solía tratar mal a todos, a comer ardillas en una esquina y siempre tenia algo pesado que decir... cambió contigo creo – levantó sus hombros – empezó con Carol cuando Sofía se perdió, de ahí compartió más y supo que era parte de esta familia. Nos cuida, hace lo imposible para que todos estén a salvo, de hecho, él me dio unas buenas palabras cuando mamá murió – sonreíste leve – me gusta para ti... también tú para él.

- Ey... - no sabías que decir - me has dejado... sin palabras – reíste – no podría tratarte como un niño porque no lo eres.

- Ámense y ya.

- Lo tendré en consideración – lo abrazaste nuevamente –

- Oye... ¿Tú crees que podría interesarle a Beth? – viste como se ruborizó entre sus brazos y luego evitó tu mirada – no me mires así.

- ¿No crees que es un poquitito grande? – reíste – no lo sé, Carl. No te apresures, ya conoceremos más gente y tú alguien más acorde a ti.

- Me gusta Beth, de hace un buen tiempo – subió sus hombros para luego dirigir su mirada hacia la ex puerta de entrada, donde se podía divisar a Daryl. Él se bajó del barril de donde estaba sentado – los dejaré solos, piensa lo que dije.

- Bien – sonreíste, hiciste lo mismo que él para luego ir hacia la puerta para poder abrirla. Dixon parecía cansado, pero bastante sereno -

- ¿Qué haces aquí? – expresó él dejando a un lado sus cosas para luego proceder a abrazarte -

- Te dije que te esperaría.

- No era necesario.

- ¿Cómo estás?

- Bien.

- ¿Seguro? – diste pequeñas caricias en su espalda -

- No me tengas compasión.

- No te tengo compasión, solo estoy preocupada por ti – te separaste un poco de él y le diste una suave y sincera sonrisa -

- No es necesario – se separó definitivamente de ti y tomó sus cosas - ¿Por qué no mejor vas a descansar a la celda? Recuerda que deberías estar en reposo.

- Ya estoy bien, no es necesario más descanso – caminaron dirección al pabellón, se detuvieron en la entrada - Carl me acompañó un rato aquí afuera, realmente no podía estar adentro, se me hacía eterna la espera.

- Ya volví – suspiró - debes estar tranquila... – acarició tu cabeza – podremos seguir.

- Eso espero...

- ____...

- ¿Sí?

- Te quiero – aprovechó que estaban solos para tomar tu rostro y acercarlo al de él para poder besarte. Sentiste como tu cuerpo por segundos flotaba, tu mano se enredaba en sus cabellos y toda la prisión desaparecía. Dixon se alejó y quedó viendo tu gran sonrisa –

- También te quiero, ningún día lo he dejado de sentir... - entraron finalmente al pabellón. Dejaste que todos lo saludaran y le dieran la bienvenida. Nadie pudo quitar la expresión de tu rostro y te importaba tan poco que no pudieras esconderlo, porque no tenías ni una pisca de querer hacerlo. Estabas feliz y tal vez incluso enamorada -

- Es bueno verte – Carol no dejaba de abrazarlo y él comenzaba a sofocarse –

- Ya, mujer – intentó separarse de ella, pero se lo impidió, así que solo le quedó ceder y poner sus ojos en blanco – estoy bien y aquí ¿Qué más quieres?