XVII

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Fueron días difíciles, instantes en que solo pensabas que en cualquier momento todos morían. Cayó el invierno y su vida fue completamente nómade, cambiando de lugar cada día porque una horda de caminantes llegaba a atacarlos. Eran tiempos difíciles; el grupo vivía una crisis que jamás alguien se iba a imaginar, se armaban lazos como también otros se destruían. 

Hubo clases de disparo y de defensa propia, todos debían estar preparado para lo peor que les podía pasar. Todos estaban agotados y hambrientos, cansados de no tener un lugar estable para sobrevivir.

Lori ya estaba por cumplir los nueve meses de gestación, estaba gordísima y ya no podían moverse ágilmente. Esta mujer estaba sumergida en los problemas que tenía con su familia; su relación con Carl era insoportable y con su marido apenas se dirigían la palabra. Era incómodo cuando estabas con ella cuidándola y comenzaba a llorar porque le dolía tanto la indiferencia de Grimes.

Carol comenzaba a ser más fuerte y estar preparada para esto, el sobrevivir. Junto con ella estaban aprendiendo conocimientos médicos de Hershel que permitirían ayudar en el parto del bebé de Lori y en caso de que alguno del grupo sufriera un accidente. Peletier dejaba los miedos atrás y cada vez tomaba un rol activo en la protección del grupo. Con ella comenzabas a tener una estupenda relación, sentías que era casi una madre.

Hershel se veía devastado, pero aún luchaba, lo que sus hijas, Maggie y Beth, agradecían porque era su pilar fundamental en esta larga travesía. Mientras que, con Glenn, él de a poco se ganaba el aprecio del padre de las Greene y era pieza fundamental en el grupo de expedición.

Finalmente estaba el cazador de ardillas, tu salvador como a veces le decías mentalmente; él seguía siendo un maldito desagradable y poco comunicativo, pero sabías en el fondo que él lo pasaba bien contigo. Conversaban hasta la madrugada muchas veces, salían a cazar juntos e incluso salían a buscar alimentos, armas y cosas que podrían ayudar a pasar la temporada. Habías formado una estrecha relación con él, pero no le quitaba lo complicada y terrible que podía ser a veces; su mal humor y su comportamiento, en general, su personalidad. Podía ser terrible compartir con él, pero había algo en toda esa mierda que te hacía sentirlo frágil y abrazable. Muchas veces te daban ganas de tomarlo por la cintura y envolverlo con tus brazos, apegarlo tanto a ti, que sus respiraciones se coordinaran. Te gustaba y ya no lo podías negar más, pero sabías que era una mala idea decírselo o insinuarlo; aunque eso era muy difícil a veces y de forma natural se daba, de todas formas. Su compañía era indispensable en este mundo apocalíptico.

Comenzaba a llegar la primavera y seguían sin encontrar algún lugar para establecerse. Según Hershel, Lori estaba a punto de parir y se necesitaba un lugar ya. Rick se notaba urgido, a pesar de que las cosas con su esposa estaban horribles, no podía dejar pasar la situación y su prioridad era que el bebé naciera en las mejores condiciones. Ibas con la ballesta de Daryl para dejarla en un lugar seguro cuando una vocecilla detrás de ti te asustó.

ㅡ ¿Qué haces con eso? ㅡ sonreíste levemente al darte cuenta que era él

ㅡ Vaya, jamás podré robártela al parecer ㅡ te diste vuelta para verlo, Daryl estaba en toda su magnitud.

ㅡ Podríamos salir a cazar ㅡ propuso sin quitarte la mirada de encima ㅡ. ¿Qué dices?

ㅡ Podría ser, pero aún no encuentro mi cuchilla ㅡ tú hacías el trabajo sucio de la caza; limpiar la presa ㅡ. Iré a conseguirme algo.

ㅡ ¿Aún no la encuentras? ㅡ salió detrás de ti.

ㅡ Mmm ㅡ le lanzaste una mirada ㅡ. Eres el primer sospechoso.

ㅡ ____ ㅡ dijo Rick acercándose a ustedes, te entregaba tu cuchilla. Tu lo miraste confundida ㅡ. La tenía Carl. Lo siento.

ㅡ Uh... bien, gracias ㅡ la recibiste y la colocaste en tu pierna ㅡ. Entonces vamos, estoy lista.

Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora