Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

34. ¿Qué pasa si tú me olvidas?

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- No lo entiendo... ¿Por qué papá nos ha olvidado? – pregunta el rubio durante el desayuno. Aquí venía la típica conversación que tenías con él cada dos meses.

- No nos ha olvidado, Merle.

- ¿Entonces por qué se fue?

- Ya lo hemos conversado... él necesitaba un tiempo a solas.

- ¿Por qué? Jamás había hecho eso.

- ¿Puedes tomar tu desayuno? Tienes que ir a clases.

- No quiero ir más a clases, no aprendo nada nuevo, prefiero hacer algo más productivo.

- Irás a clases, tu padre y yo te lo decimos.

- Papá no está aquí... nos ha olvidado.

- ¡Merle! – lo miras mal -. Basta, ¿qué te pasa?

- Clementine está empeorando... apenas me reconoció cuando fui con tío Jesús a Hilltop – suspira -. Mientras más pasa el tiempo y menos me ve, más me olvida.

- Lo que le está pasando a Clementine es muy diferente, Merle. Es una enfermedad que tiene por su edad.

- Pero ¿y si mi papá me olvida al no verme? ¿no podría pasar eso?

- No pasará eso – acaricias su rostro -. ¿Cómo podría olvidarte?

- ¿Y qué pasa si a ti te pasa lo de Clementine? – sus ojos se humedecen -. ¿Qué pasa si tú me olvidas?

- Ey ¿por qué estás pensando en esto?

- Solo quiero que no me olvides.

- No lo haré – golpeas dos veces sus manos -. ¿Y qué haces para que Clementine no te olvide?

- Bueno, le hablo sobre mí y le hago recordar cosas que vivimos juntos. Ella ha sido como una abuela para mí – sonríe levemente -. Por eso me duele que no se acuerde de mi nombre.

- ¿Y cómo reacciona cuando le hablas de ti y te reconoce?

- Se pone feliz y me abraza.

- Que lindo... - suspiras -. Ella no quiso olvidarte a propósito, solo su cabeza está mal por su edad. Ella te quiso un montón, siempre te preparaba los mejores pasteles cuando íbamos todos a Hilltop ¿lo recuerdas? – él asiente -. Si te olvidó, solo fue porque ella está mal y si algún día me pasa lo mismo, si no te recuerdo, solo debes hablarme de ti y de las cosas que vivimos juntos. Me pondré feliz como Clementine y no dejaré de abrazarte como lo haré ahora – te pones de pie y lo envuelves entre tus brazos. Él te corresponde de inmediato.

- Te quiero, mamá.

- Y yo a ti, Merle – besas su cabeza y lo aprietas más a ti.

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Sentiste un gran peso sobre tus hombros y cabeza, como si alguien tan robusto se hubiera lanzado a tu espalda. Tus manos van hacia adelante pensando que caerías, Mary logró tomar tus brazos evitando aquello. Sientes tu pecho apretarse, la respiración te faltaba tanto que podías caer desmayada al suelo en cualquier momento. Todo parecía tan confuso, en tu cabeza solo habían imágenes sueltas del tal Merle, pero ninguna la sentías cercana, como si no la hubieras vivido tú ni tuviera un sentimiento ligado a ellos.

- Me estás mintiendo – dices apenas -. Tú me estás mintiendo. Esto no es cierto.

- Es lo que me dijo ella.