47. Chupacabras

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Te abrazas a ti misma para tomar un poco de calor, ya que el frío calaba tus huesos. Estaban en mitad del bosque, la motocicleta había decidió fallar a tan solo tres kilómetros de casa. Le dijiste a Daryl que podían irse caminando, pero él insistió en que era tarde y que era una caminata muy larga para ti, que no se demoraría nada en arreglarla. Ya llevaban media hora ahí. Te estremeces y haces el típico sonido con tu boca cuando se tiene frío. Ves que Dixon se acerca a ti sacándose la chaqueta.

- Toma.

- No, hace mucho frío para que andes sin nada – él insiste -. No, Daryl. No la voy a aceptar.

- Bien – se la vuelve a poner y regresa con el vehículo. Maldice por lo bajo, sigue intentándolo mientras rabea. Tú al no tener nada que hacer y estar muriendo de frío, decidiste ponerte de pie y caminar un poco para entrar en calor. Te aferrabas fuerte a tus brazos, observabas la luna y luego el bosque. Todo lucía tranquilo hasta que ves una extraña figura como a medio kilómetro o un poco más. Entrecierras los ojos, logras ver unos ojos brillantes resaltar entre la oscuridad de los árboles y malezas. De pronto esta figura, como la de un animal en dos patas y una espalda levemente curvada, salta un metro y desaparece. Tú instinto es de alejarte, por lo que tus pies se enredan y casi caes. Daryl levanta su mirada al escucharte.

- ¿Estás bien?

- Calla – susurras y te acercas rápidamente a él. Dixon se levanta, toma de tu brazo y mira hacia donde tú ves.

- ¿Qué hay? ¿uno de ellos?

- No, era un animal o no sé realmente, pero era muy muy extraño. Estaba en dos patas, ojos brillantes y su espalda estaba arqueada, con unas pequeñas... - pones cara de desagrado -. No sé qué mierda vi.

- El chupacabras.

- ¿Qué? – lo miras divertida y niegas. Él se mantiene serio -. El chupacabras no existe.

- Sí, existe.

- No, Daryl.

- Sí, ___ - él vuelve con su vehículo -. Te lo digo porque yo lo vi.

- Amor... sabes que no me gusta refutar algo que me cuentas, pero simplemente el chupacabras no existe. Es un mito – ríes leve y luego bufas -. La gente solo veía coyotes con escabio... ¿escabiosis? Tiene otro nombre creo... ¿sarna?. Por eso lo veían muchas veces como un perro.

- Yo no vi a un perro.

- ¿De verdad lo viste?

- Yo peleé con el chupacabras – sueltas una buena risa, pero él sigue serio -. ¿Enserio?

- Así es.

- Cuéntame tu historia, quiero oírla.

- ¿Para que luego te rías de mí como todos los demás?

- Daryl... lo siento, solo que-

- Solo es un cuento de gente de campo. Sí, lo sé.

- No, solo... que creo que es una historia para asustar a la gente que no es de campo – subes tus hombros -. Mi papá nos la contó cuando fuimos de campamento. Rob y yo nos escapamos en la noche, mi papá nos asustó con eso y yo me oriné los pantalones y no pude dormir en una semana. Papá se sintió muy mal y me dijo que era una mentira.

- Bien.

- No te molestes, solo te digo que por eso no creo. Cuéntame, quiero escuchar tu historia.

- Estaba en la casa de mi abuela, tenía diecinueve años. Creo que fue la última vez que la vi, ella murió dos meses después – aclara su voz. Él sigue concentrado trabajando en arreglar la motocicleta -. Bueno, una noche me escapé igual que tú y fui a un bar. Ahí conocí a... - te mira.

Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora