Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

18. M

Caminas por un largo pasillo oscuro, al fondo una luz que te enceguece y que no te deja avanzar más porque realmente te duelen los ojos. Llevas tu brazo a tu rostro para intentar disminuir un poco el malestar, pero es imposible, no puedes avanzar.

- Ey...

Te das vuelta, un chico de cabellos claros está detrás de ti. Luce una amplia sonrisa, por alguna razón sentías que se te estrujaba el alma al verlo. Te transmitía algo que jamás habías sentido, tenía una luz indescriptible, no te molestaba, pero te sentías tan bien viéndola. Intentas hablar, pero ninguna palabra sale por tu boca. Él lleva su mano a sus labios para hacerte silenciar. Luego esa misma la lleva a su cuello para mostrarte un colgante de madera que lleva la letra "M".

- ¿Quién eres? - al fin puedes hablar, pero no por mucho.

Abres tus ojos abruptamente, observas el techo blanco y las luces parpadeando; solo el sonido de una mala conexión eléctrica se escucha en la sala. Comienzas a mirar a tu alrededor, era un poco desconocido para ti en un inicio, pero luego recuerdas que es la enfermería del Reino. Sientes un gran dolor de cabeza y unas náuseas que hace mucho no tenías. Te levantas un poco, sientes un dolor en el abdomen, por lo que vuelves a acostarte. Miras a tus pies, ahí te das cuentas que Daryl está en tus muslos, aferrado a tu mano y durmiendo plácidamente. Tiene un aspecto como la mierda, al parecer algo muy malo ocurrió para que estuviera así. Las bolsas de sus ojos están demasiado hinchadas. Acaricias lentamente sus mejillas hasta que él despierta, tan solo verte con los ojos abiertos, salta del susto y te mira atentamente.

- Hola, cariño - sonríes leve -

- Hola... - te mira extrañado, pero después de eso él baja la mirada, refriega sus manos por su rostro para luego dar un sonoro suspiro - Iré a avisarle a Jane.

- ¿Ok? - miras a todos lados - ¿Qué hago aquí? - te levantas apenas. Te quejas del dolor de cabeza - ¿Qué hago en la enfermería?

- Tuviste una descompensación. Has dormido todo el día.

- ¿Todo el día? - ríes leve - Con razón me duele la cabeza.

- ¿Cómo estás? - suelta al fin -

- ¿Bien? - lo miras un tanto extrañada - Solo siento mucho cansancio.

- Llamaré a Jane.

- Mierda... ¿Será un parásito? - él te mira muy extrañado, no entiende nada de la conversación que mantienes - ¿Por qué me miras así? Pensé que ya lo habíamos hablado - él sigue en silencio intentando entender todo - ¿Estás bien, Daryl?

- Sí... - vuelve a pasar sus manos por sus ojos - Iré por Jane.

- Ve por Jane entonces... que raro estás...

Sigues atenta mirando todo, está bastante cambiado a la última vez que fuiste. Parece más lúgubre, las luces apenas iluminan el lugar, de hecho, de la nada estas se apagan dejando más oscura la sala. Intentas posicionarte mejor, pero todo el cuerpo duele como la mierda ¿Qué te había pasado? Sentías que habías caído de una quebrada de quince metros. De pronto aparecen los dos, Jane y Daryl, acercándose lentamente a ti. La doctora se sienta a los pies de la camilla y acaricia tu mano.

- Jane, tanto tiempo - sonríes ampliamente - Hace mucho que no venía aquí.

- Así es... ¿Cómo estás?

- Me duele todo, siento que he caído por una escalera de veinte pisos, pero creo que estoy bien.

- Ey... lo siento mucho - golpea dos veces tu mano -

- ¿Por qué? - miras a los dos confundida - ¿Qué pasó? - Daryl procede a sentarse en el banco en que estaba antes - Me estás asustando... ¿Pasó algo con Romy?