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Todo era gris para Daryl desde que su amada cerró sus ojos y no volvió a abrirlos. El día estaba frío, las nubes cubrieron el cielo por completo, aunque ya era primavera. El vacío que sentía se hacía cada vez más grande en su interior. No sabía realmente cómo se mantenía en pie, cómo podía estar completo en esas circunstancias. Romy se encontraba al lado de él, lloraba desconsolada en el pecho de Alden. Todos los amigos de su alrededor también estaban destruidos y él... él estaba ahí, muerto en vida. No habían lágrimas, no había tristeza, no había nada. Solo un gran vacío. Ni siquiera sintió algo cuando el cajón que llevaba tu cuerpo era depositado en el hoyo de tierra.

Alexandria estaba lleno de personas; un montón de familiares, amigos y conocidos fueron a despedir a aquella sonriente y luchadora amiga que había decidido abandonarlos tempranamente. Nadie pudo prever la desgracia, simplemente repercutió en todos de forma abrupta. No había persona que no lamentara lo que estaba sucediendo, no había nadie que no sintiera tanta pena de que una pequeña niña y una familia entera, que ya estaba destruida, se quedaba sin su pilar; sin su madre, sin su compañera de vida.

Llegó la parte final del funeral, todos ya habían dado sus palabras de despedida, excepto Daryl. Él había dicho previamente que no quería decir ni hacer nada. No podía, simplemente no podía. Gabriel hace el cierre de la ceremonia, llega la parte en que deben cubrir tu cajón de tierra y terminar este capítulo tan terrible. Romy inició el proceso con ayuda de su novio, se agachan para recoger un poco de tierra con su mano y tirarla sobre tu cuerpo. Hicieron lo mismo tus amigos más cercanos; Rick, Michonne, Maggie, Carol, Ezekiel, Aaron. Todos, excepto Daryl. No podía hacerlo.

La gente se le acercaba, le decían palabras lindas de ti, pero él no las creía. No porque no fueras una buena persona, no porque no eras la mujer más linda y perfecta del mundo... no... porque esa misma gente se había encargado de darte la espalda y hacerte la vida imposible en los peores días. Él no quería discutir, aunque las ganas no le faltaban. Quería huir, quería destruir el mundo entero y luego llorar, pero no podía.

Fue a casa, o la que fue casa de ambos; donde todo inició, donde formaron e hicieron una increíble familia. Sintió algo apretarse en su garganta, pero lo aguantó. No podía estallar ahora.

- Daryl... - Carol se acerca a su amigo, acaricia su mano, pero él no quitaba su mirada del suelo. Estaba sentado en la misma posición de hace media hora, no decía palabra alguna... no podía, porque si lo hacía, sentía que iba a llorar y no iba a parar -. Ey, debes comer algo.

- Dale tiempo, Carol - dice su esposo desde su espalda. La peliblanca lo ve con tristeza, sus ojos se llenaron de lágrimas y se retiró antes de colapsar nuevamente.

- Romy... sea lo que sea que necesiten, pueden contar conmigo ¿está bien? - indica Aaron mientras se despide de la castaña clara -. Creo que lo mejor es que tu padre se quede aquí unos días con Saida.

- Sí, hay espacio para todos aquí - dice con una pequeña sonrisa en su oscuro rostro.

- Lo lamento mucho.

- Lo sé...

Aaron la vuelve a abrazar fuerte. Luego va con Dixon, se da cuenta que este se encuentra acariciando y haciendo girar en su propio dedo el anillo que selló el compromiso que hicieron tú y él hace años. Recordó la historia detrás de ese anillo, lo que significó para sus amigos... recordó la potente historia que había en ese objeto. Entiende el dolor, entiende la visión del oscuro mundo cuando el amor de tu vida se va de tu lado. Él lo entendía.

- Sabes a dónde estoy... estaré para que lo necesites...

Él lo único que necesitaba era cerrar sus ojos y volver abrirlos y que esto fuera una pesadilla. Él quería despertar en la cama, a tu lado. Ver tu rostro con detención, ordenar tus cabellos y acercarse para besarte con delicadeza. Él quería cubrirte con la ropa de cama cuando tuvieras frío. Quería llevarte el desayuno a la cama y no salir de ahí hasta el almuerzo. Quería que chupacabras trajera uno de sus "regalos" y estuvieras para tranquilizarlo... ¿tanto es lo que pedía? Cerro sus ojos y dio un fuerte suspiro. El vacío estaba creciendo tan rápido que no lo podía controlar. Las voces de las personas que estaban por el alrededor lo estaban desquiciando. Los "lo siento", "es una pena" y los "era tan buena persona" lo estaban llevando a lo más oscuro y profundo. Él quería entrar a ese hoyo y no volver a salir, pero no podía. No podía. Alguien lo necesitaba.

Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora