Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

43. Volverán

Salieron, abrieron el maletero del auto y comenzó a mostrarte cada una de las cajas que habían traído. Ella sacó una caja con medicinas y fue a dejarla a la enfermería, tu tomaste una que traía alimentos, obviamente la llevarías a la despensa.

- ¿Te ayudo? – Dayl se acercó a ti -

- Eh – trataste de no mirarle a los ojos – bien, solo hay que llevar estas cajas a la cocina, yo las otras las llevaré a la biblioteca.

- Merle está allá – el hermano mayor de Daryl el día anterior se había encargado de habilitar esa zona -

- Bien - le quitaste la caja – entonces tú vas a la biblioteca.

- Oye... - te diste vuelta para al fin verlo -

- ¿Sí?

- ¿Estás bien? Digo, de los golpes y eso – pensaste que no lo preguntaría -

- Si, estoy bien – sonreíste leve – gracias por preguntar.

- No es nada... sé que quieres que me aleje, pero es difícil no preocuparme por ti.

- Lo mismo digo – comenzaste a jugar con tu pie, estabas nerviosa – extraño hablar contigo durante las noches, sabes... es raro...

- Sí...

- Y Merle... ¿Cómo está?

- Igual de insoportable – hiciste una mueca – crees que algún día...

- No lo sé – giraste y te dirigiste hacia la cocina – no lo sé... - dijiste en un hilo de voz -

[...]

- ¿Cómo están todos? – preguntó Andrea con una gran sonrisa en su rostro mientras entraba a la prisión, tú seguiste preparando un pan para comer. Omitiste su llegada, pero ella lo notó – Hola, ___ ¿Cómo estás?

- Bien, gracias – sonreíste falsamente y fuiste a la mesa –

- Q-que bueno... - suspiró - ¿Hablaron de lo que yo les dije? ¿Te contaron Rick? – él asintió – Philip está feliz por este acuerdo.

- Bien, dónde y cuándo... eso nos interesa – volvió a intervenir Grimes –

- ¿No preguntarás primero cómo estoy o cómo reaccionó Philip al saber lo que les propuso?

- No.

- ¿Qué les pasa? ¿Por qué me tratan así?

- Porque no entendemos cómo sigues en un lugar como Woodbury – dijiste enfadada – porque no tengo ni puta idea de cómo sigues al lado de ese imbécil.

- ¿Qué quieres qué haga? – te respondió con la misma alteración – es mi pareja, estaré con él.

- Vete a la mierda, Andrea – te paraste de la mesa – tú y toda tu gente – la apuntaste - si tengo la oportunidad, seré yo quien mate a ese maldito y créeme que no sentiré culpa – te fuiste rápidamente a la celda, Daryl te siguió a los segundos – estoy bien – entraste y te lanzaste a la cama –

- Solo vengo a dejarte esto – dejó el pan en el velador – debes comer y no almorzaste.

- Deja de vigilarme.

- Vete a la mierda, tu problema no es conmigo – dijo con mala cara – no sé para qué vine – se dio vuelta para irse, pero interviniste -

- No, oye – te paraste – lo siento, es que...

- Te entiendo – levantó sus hombros – pronto acabará todo esto.

- Eso espero... - se quedaron un rato en silencio hasta que él decidió salir de allí -

[...]

Era el quinto día desde que habías vuelto a la prisión. En la tarde de ayer se había acordado con Andrea, que a primera hora de hoy se juntarían Rick y el Gobernador para hablar del supuesto acuerdo. Todo estaba tan tenso, apenas se podía respirar en la prisión.

Con Daryl tenían pequeños cruces e intercambios de palabras, generalmente se relacionaban a trabajo. Cada vez que hacían un diálogo, ambos se ponían nerviosos y alguno de los dos terminaba dándose por vencido y dejando la conversación sin terminar. Con los demás integrantes se había dado una bonita relación, realmente era un grupo cohesionado y todos trataban de evitar los roces (incluso tú y Merle). A ratos, se daban tiempos de descanso para dejar de pensar en la mierda que vendría; conversaban y reían en pequeños grupos que se formaban en el patio.

Estabas desde el segundo piso apoyada en la ventana viendo hacia el patio, estaban los hermanos Dixon, Hershel y Rick preparando un auto.

- ¿Qué ves?

- ¿A quién crees? – suspiraste para luego verle, era Carol – se están alistando para salir.

- Te dije que no era la mejor opción.

- Era la única que tenía para que se quedara y sé que al final a él le dolería que tratara mal a su hermano, no puedo verlo – bufaste – apenas puedo estar respirando el mismo aire que él.

- A él también le está doliendo todo esto.

- Carol...

- Merle debería decir la verdad y aclarar todo.

- Quizá – la miraste al fin, estaba con Judith en brazos – te ves linda.

- ¿Quieres tomarla?

- No – volviste a fijar tu mirada en los chicos –

- ¿Por qué no tomas a Judith? Desde que nació no la has tomado, la evitas.

- Carol, no ahora, por favor... ¿Está bien? – bajaste las escaleras – iré a despedirme – fuiste hasta afuera - ¿Están listos? – te acercaste para abrazar a Hershel –

- Tranquila, todo estará bien – besó tu frente – no te librarás de mí tan fácilmente.

- Eso espero, viejo Greene – ahora abrazaste a Rick – Mierda, Rick, me gustaría haberte acompañado en esto.

- Cuando mejores, todavía falta un poco para estar al cien por ciento – no lo soltaste – ey, tranquila, todo estará bien.

- Prométemelo .

- Lo prometo, __ - escondiste tu rostro en su cuello – ya, no te pongas así – te alejó y tú negaste –

- Es verdad, soy idiota – reíste – volverán y todo estará bien – trataste de sonreír lo más verdaderamente posible –

- Ahí está Sheriff, cuida a mi hermano – era Merle, tu le evitaste totalmente, incluso ni lo miraste. Dio vuelta y volvieron a estar solos ustedes –

- Aunque no lo quieras ni mirar – intervino Grimes – ten ojo de que no haga nada extraño – asentiste – bien, nos vemos en unas horas.

- Que estén bien – ellos se subieron al auto y partieron, Daryl les dijo algo y luego dio vuelta hacia ti y te hizo un gesto de que te acercaras, tú aceptaste con algo de miedo –

- ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?

- No, solo quería darte esto – de su espalda sacó su poncho, lo puso entre tus hombros – quiero que lo tengas, que algo te quede si pasa algo.

- ¿De qué hablas? – sentiste como te daba mil disparos en el pecho - ¿Cómo si pasa algo?

- No creo que esto termine bien.

- No digas eso, Daryl, no puedes decirme eso e irte.

- Lo hemos decidido, así se hará... pero eso no quita que sienta que esto es una pérdida de tiempo.

- Entonces hablaré con Rick – miraste dirección al auto que aún permanecía en la puerta -

- No.

- Daryl, no puedes creer que dejaré que me digas eso y yo me quede como si nada – sentiste como tus ojos se llenaron de lágrimas – van a volver – trataste de mostrarte entera – volverán.

- No lo prometeré.

- Más te vale, porque no te creeré – le entregaste el poncho – vuelve para dármelo – no dijiste nada más, te diste vuelta y sentiste como las lágrimas corrían con apuro por tus mejillas.